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XALAPA.- En el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, que se conmemora cada 30 de agosto, Claudia Ruiz, esposa de Rafael Espinoza Gutiérrez, quien desapareció el 15 de agosto de 2013, a los 37 años de edad, durante el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, se manifestó para exigir información sobre la desaparición de su cónyuge. La víctima de desaparición se desempeñaba como secretario de Estudio y Cuenta del Tribunal Electoral del Estado de Veracruz (TEEV). La carpeta de investigación en el caso de desaparición está registrada bajo el número 91/2013. La mujer, de 52 años de edad, caminó sobre la calle Juan de la Luz Enríquez, frente al Palacio de Gobierno, en Xalapa, donde gritó consignas: “vivos se los llevaron, vivos los queremos”. La figura de su esposo – representado a través de un muñeco sanador - sobresalta entre la multitud, va cargado y es notorio porque es el único representado de esta manera durante la protesta que se llevó a cabo en el centro de la ciudad de Xalapa. Rafael Espinoza Gutiérrez, está vestido con su traje característico, porta el gafete del Tribunal Electoral del Poder Judicial del Estado de Veracruz (TEEV), así como un pin, tal y como diariamente salía a trabajar. También lleva una corbata, y el relleno que da forma al “niño sanador” es de la misma ropa que Rafael utilizaba. Todos estos elementos son para guardarle memoria, porque la esperanza es hallarlo en algún momento. “La ropa que tiene es la que ellos usaban y mi esposo por lo regular andaba de traje, aquí trae su gafete, su pin que siempre usaba en el trabajo”, aseguró la señora Claudia quien este año volvió a manifestarse para exigir avances en las investigaciones por la desaparición de su esposo. Ahora, él permanece en un sillón de la recamara, donde está sentado, observando y acompañando a su esposa Claudia, contó la señora mientras lo abraza en la entrevista desarrollada en el parque “Benito Juárez”. Las búsquedas por parte de su familia, continúan y lo han hecho así en vida, pues visitan hospitales, reclusorios, centros psiquiátricos, en las calles, así como en fosas clandestinas “pero la necesidad es hallarlo y cerrar el ciclo”, concluyó Claudia Ruiz.
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