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XALAPA.- A cuatro años del asesinato del periodista y locutor de radio Jacinto Romero Flores, ocurrido el 19 de agosto del 2021 en el municipio de Ixtaczoquitlán, las investigaciones están en el olvido y sin resolver el crimen, pues las carpetas permanecen estancadas entre otras más archivadas, audiencias inconclusas y un silencio oficial que se ha convertido en una nueva forma de violencia. El hijo del comunicador, Cuauhtémoc Germán Romero González, se refirió al peregrinar que han vivido desde aquella mañana en que su padre fue acribillado en el puente del bulevar Reforma, en la localidad de Potrerillo. Más allá de la indiferencia institucional por parte de la Fiscalía General del Estado, a cargo de Verónica Hernández Giadans, lo que pesa es el impacto emocional, aseguró Romero González. El crimen cimbró a la región de las Altas Montañas y expuso una vez más la vulnerabilidad de los comunicadores en Veracruz. "Hace dos años fue la última vez que vi la carpeta de investigación", recordó Cuauhtémoc Germán, en aquel entonces, la administración anterior de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas (CEAPP) mantenía un vínculo con la Fiscalía, lo que les permitía revisar el expediente. Desde entonces, el acceso se perdió totalmente. "Hace un año cambió la administración en la CEAPP y ya no sabemos si el departamento jurídico que llevaba el caso sigue siendo el mismo. No hay comunicación, no hay claridad, no sabemos absolutamente nada”, lamentó. Romero González señaló que, aunque la familia puede acudir directamente a la Fiscalía, cada visita es muy desgastante. "Hace tres años, cuando fuimos, la carpeta no tenía ningún avance, hoy ya ni preguntamos, porque sabemos que si uno no insiste, nadie te dice nada". El hijo de Jacinto Romero Flores señaló que, por salud mental, ha decidido apartarse de las noticias relacionadas con el caso. “Ya no quiero saber qué pasa, cada vez que nos dicen algo es como echar sal a la herida, uno empieza a sentirse un poco estable y vuelves a caer, es volver a revivir todo lo que pasó, y eso te destroza, por eso prefiero no preguntar más", sostuvo. Aunque en su momento se reportó la detención de cinco personas vinculadas al asesinato, Cuauhtémoc asegura que cuatro ya recuperaron su libertad, y el presunto autor material estaría detenido en otro Estado de la República, sin embargo, no hay certeza de nada. "Hasta donde sé, el abogado nos dijo que ya estaba detenido, pero nunca tuve la confirmación oficial, y ya no quise insistir, la verdad, uno entiende que nada de esto va a devolvernos a mi papá", expresó. Para la familia Romero González, el caso de su padre es una muestra de cómo opera la impunidad en Veracruz y en México. "Si en cuatro años no ha pasado nada, difícilmente pasará. Si el Estado quiere reducir cifras de casos sin resolver, que lo haga. Si no, tampoco cambia nada. Para nosotros la ausencia sigue siendo la misma", señaló. El hijo del periodista reconoció que, aunque el dolor no desaparece, la vida te obliga a continuar., "Tratamos de vivir lo más normal posible. Es lo único que podemos hacer. Porque estar esperando justicia que no llega es condenarse a vivir en una herida abierta permanente", lamentó. Jacinto Romero Flores fue un comunicador cercano a la gente, conocido por su voz en la radio y por acompañar las luchas sociales de la región de las Altas Montañas, su muerte fue un golpe no sólo para su familia, sino para colegas, amigos y para aquellos sectores populares a los que siempre dio espacio en su micrófono. A cuatro años y días, la exigencia de justicia persiste, pero entre expedientes olvidados y autoridades omisas, lo que se impone es la memoria y el legado de un periodista que no calló, y de una familia que aprendió a resistir aun en medio del abandono institucional. Así las cosas.
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