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XALAPA.- El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Edgar Amador Zamora, invitó “respetuosamente” al Banco de México (BdeM) a ser un actor clave en la formulación de una política económica integral. De acuerdo con el secretario de Hacienda, el banco central, además de tener como objetivo velar por la estabilidad de precios, tiene la facultad de asesorar al gobierno federal en temas económicos. Amador Zamora al participar en el Evento conmemorativo del 100 aniversario de la fundación del BdeM, expresó: “En este contexto de creciente complejidad, su voz técnica es cada vez más relevante. Invitamos respetuosamente al banco a ejercer esta atribución con visión estratégica, como actor clave en la formulación de una política económica integral”. El funcionario explica que gracias a la responsabilidad compartida que mantiene Hacienda con el banco central – la dependencia se encarga de las finanzas públicas y el banco de la política monetaria—, México ha logrado preservar déficits moderados, mantener niveles de deuda pública sostenibles y responder con eficacia a choques externos sin comprometer la estabilidad macroeconómica. “El ancla nominal ha sido la credibilidad en la política monetaria y fiscal. Y el compromiso institucional ha sido firme y compartido”, comenta. El secretario de Hacienda refirió que un ejemplo que ilustra bien esta coordinación fue la respuesta conjunta a los recientes choques inflacionarios globales, pues mientras el banco ajustaba su postura monetaria con independencia y determinación, Hacienda activó medidas fiscales extraordinarias para contener los precios de combustibles y evitó así que la inflación se “desbordara”. Al mismo tiempo, detalla, se pudieron proteger los ingresos reales de los hogares, por lo que “esa sintonía ayudó a reducir la volatilidad, proteger a la población más vulnerable y facilitar la convergencia de la inflación al objetivo”. “Estamos en una etapa especialmente compleja, en donde un conjunto inédito de desafíos sacude al ciclo económico. La inflación global está siendo moldeada por una sucesión de factores estructurales: disrupciones geopolíticas, fragmentación comercial, transformación energética, cambio climático y episodios de mayor volatilidad en los precios de materias primas. “Enfrentar esta nueva realidad exigirá una comprensión más amplia de los mecanismos de transmisión monetaria y reflexionar sobre los alcances y utilidad de los marcos analíticos tradicionales, con el fin de mantener la estabilidad sin afectar el desarrollo económico de largo plazo”, aclara Amador Zamora.
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