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XALAPA.- Desde noviembre de 2023, el flujo de remesas que llegan al país han experimentado una alta volatilidad y para junio de este año, se registra una “caída importante” en la llegada de estos recursos al país, derivado de “factores estructurales vinculados con la situación de la diáspora migrante mexicana”, plantea BBVA México. Durante mayo, al país ingresaron 5 mil 360 millones de dólares por el concepto de remesas familiares, cifra 4.6 por ciento menor respecto a lo que ingresó en el mismo mes de 2024, da a conocer el Banco de México (BdeM). De acuerdo con la información del banco central, en el acumulado de enero a mayo, los ingresos por remesas sumaron 24 mil 375 millones de dólares, monto que es 2.9 por ciento menor si se compara con lo reportado en el mismo periodo del año pasado. El área de estudios económicos de BBVA en un análisis, explica que “Se contabilizan 19 meses continuos de alta volatilidad en las remesas, un periodo que comenzó en noviembre de 2023… Se anticipa que en junio se registrará una caída importante en el flujo de remesas hacia México, atribuida a factores estructurales vinculados con la situación de la diáspora migrante mexicana, los cuales se analizarán más adelante”. El banco recordó que mayo suele ser el mes con la mayor recepción de remesas en el año, un hecho relacionado con el día de las madres, pues en este contexto, muchos migrantes que radican en Estados Unidos tienden a enviar recursos adicionales como un presente para sus madres, tías, abuelas u otras figuras maternas. De acuerdo con BBVA, entre 2020 y 2023, las remesas hacia México crecieron 70 por ciento, al pasar de 37 mil 250 millones a 63 mil 319 millones de dólares anuales, pero “este ritmo de crecimiento no era sostenible, especialmente considerando que el volumen de personas migrantes mexicanas en Estados Unidos no ha cambiado de forma considerable en ese mismo periodo”. El área de estudios económicos del banco expuso que se ha argumentado que la caída en las remesas enviadas a México durante el pasado mes de abril podría atribuirse a los efectos de las restricciones fronterizas impuestas por la administración del presidente Trump al ingreso de personas migrantes no documentadas, así como a las redadas realizadas por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en ciudades y centros de trabajo, orientadas a detener y deportar a esta población. Dice también que “se ha señalado que, ante el temor a ser deportadas, muchas personas migrantes estarían enviando más dinero a sus familias como una estrategia frente a la incertidumbre. “Sin embargo, al menos durante los primeros meses de la actual administración estadunidense, estos argumentos parecen no ajustarse del todo a la realidad por tres razones principales: la población migrante mexicana no ha sido la más afectada por las medidas recientes, algunos países con mayor proporción de personas migrantes no documentadas que México han incrementado sus remesas, y se observa un crecimiento en las remesas hacia países con diásporas más regularizadas”, refirió BBVA. En este sentido, apuntó que “la menor dinámica de crecimiento en las remesas hacia México podría estar relacionada con factores propios a la diáspora mexicana en Estados Unidos, más que con las políticas migratorias vigentes”.
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