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XALAPA.- En México los menores migrantes no acompañados, retenidos en territorio nacional por el Instituto Nacional de Migración viven todo un calvario, cuyo encierro y separación de sus familias se alarga de manera ilegal, debido a penurias presupuestales y deficiencias operativas del INM (agravadas durante el morenismo), pero también al desinterés de autoridades del país de origen o a conflictos diplomáticos entre países, como ha ocurrido entre Ecuador y México. Jesús Villa Rivera, subprocurador de protección auxiliar de niños y adolescentes del distrito judicial Bravos, encargado de velar por los derechos infantiles en Chihuahua, revela que hay niños en albergues desde hace ocho meses, cuando los procesos debieron terminar en un máximo de 30 días, principalmente de Venezuela. Explica que esta situación se debe a que ese país le interesan poco y nada sus connacionales, aunque se trate de menores de edad. Sufren mucho, las autoridades son indiferentes, porque la mayoría de los migrantes huyen por las duras condiciones y por estar en contra de su gobierno. A Maduro no le interesan los migrantes. En México, no hay una norma -ni federal ni local- en la cual se contemple un plazo máximo de albergue para los menores no acompañados ni para la resolución de sus casos. La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes da facultades al INM para determinar la condición migratoria de los menores. En tanto, el responsable de protegerlos y habilitar “espacios seguros” de alojamiento es el Sistema Nacional DIF o los sistemas estatales. El artículo 91 mandata a estas autoridades a privilegiar la “reunificación familiar”, excepto cuando sea contraria al interés superior del menor. Sobre los tiempos y garantías en el proceso, el artículo 92 sólo menciona: “El menor tiene derecho a conocer la duración del procedimiento, mismo que deberá seguir el principio de celeridad”. Entre los casos de mayor impacto están los relacionados con niños ecuatorianos, a raíz de la disputa diplomática entre Ecuador y México. En el centro de la discordia se colocó el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador -supuesto defensor de la no intervención entre países-, quien en agosto de 2023 vinculó el asesinato de Fernando Villavicencio -candidato a la presidencia ecuatoriana- con el resultado electoral a favor de Daniel Noboa -actual mandatario-. Comenzó ahí la tensión…En diciembre del mismo año, el ex vicepresidente de aquel país: Jorge Glas, acusado de corrupción, pidió asilo político a México y se refugió en la embajada mexicana en Quito, a donde irrumpió la policía local para capturarlo, el 5 de abril de 2024. López Obrador ordenó el rompimiento de relaciones: embajada y consulados de Ecuador cesaron actividades, lo cual ha dejado a la deriva a miles de ecuatorianos, es especial a chicos no acompañados…Pero los que pagaron los platos rotos son los ciudadanos de ese país que ahora caminan por México. “No hay un cónsul que esté pendiente de los niños detenidos, encerrados o deportados”, reprochó William Murillo, presidente de la organización 1-800 Migrantes, la cual brinda asesoría legal a personas en movilidad, en especial ecuatorianos. Cabe aclarar que aunque desde principios de 2025 el flujo migratorio ha descendido por las medidas hostiles implementadas por Donald Trump, persisten las extendidas historias de dolor para los chicos, vistos como mercancía. Los datos de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas de la Segob refuerzan la vulnerabilidad extrema de menores no acompañados de Ecuador y Venezuela, por encima de los centroamericanos. El 50 por ciento de los niños guatemaltecos y hondureños retenidos en 2024 en México fueron retornados a su país de origen de manera asistida; la proporción de salvadoreños fue del 30 por ciento. En cambio, sólo el 1.6 por ciento de los venezolanos y el 4.2 de los ecuatorianos volvieron a su país en condiciones de seguridad. El patrón se ha repetido en las cifras computadas de 2025 -hasta abril-: 74 pequeños venezolanos no acompañados fueron detenidos en nuestro territorio y sólo se reportó el regreso a su país de 3; los ecuatorianos fueron 11, pero no se tiene registro de ningún retorno. También la proporción de abandono del proceso migratorio es mayor entre estos últimos. “Los niños detenidos no acompañados son más vulnerables porque no tienen la oportunidad de conseguir un pasaporte, un salvoconducto, y menos cuando no hay relación entre sus países, lo que provoca que estén detenidos indefinidamente, eso es violatorio de los derechos humanos”, señaló el abogado William Murillo. “El proceso debería durar unos 15 días, el problema es el retorno asistido. ¿Siete u ocho meses? Es mucho. Hay problemas con los viajes en Migración, hemos tenido casos en los que se programa un vuelo de 15 o 30 niños, ya los tenemos en el aeropuerto y se cancela el vuelo. Nos han llegado a suspender vuelos hasta cinco o seis veces, imaginemos el golpe para esos niños”, describió el subprocurador Villa Rivera. Los retornos asistidos tienen un alto costo. Cuando se trata sólo de 2 o 3 niños de un país es más difícil, buscan tener 30 o 40 niños para retornarlos. De acuerdo con datos de enero de 2024 a abril de 2025, fueron detenidos en México 6,621 menores no acompañados. Centroamericanos: 5145. Devueltos a su país por medio de un retorno asistido: 2533. Salvadoreños: 145 (29.35 por ciento). Guatemaltecos: 1436 (50.94 por ciento) Hondureños: 885 (50.92 por ciento). Sudamericanos: 1059. Venezolanos: 11 (1.9 por ciento). Ecuatorianos: 11 (4.1 por ciento).
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