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XALAPA.- La Cámara de Representantes de Estados Unidos, controlada por los republicanos, aprobó la madrugada del pasado jueves 22 de mayo la aplicación de un impuesto de 3.5% sobre las remesas enviadas desde aquél país, hecho que es parte de un amplio proyecto denominado como “One Big Beautiful Bill”. Esta ley de impuestos y gastos forma parte de la agenda política del presidente Donald Trump, que de aprobarse en septiembre próximo -por parte del Senado de EU- estará en vigor en 2026. Este proyecto de ley busca cumplir muchas de las promesas populistas de la campaña de Trump, ofreciendo nuevas exenciones fiscales sobre las propinas y los préstamos para automóviles e impulsando el gasto en el ejército y la vigilancia fronteriza. Con relación a las remesas, se trata de ingresos que ya fueron gravados, por lo que ahora ponerles un tributo adicional implicaría una doble tributación, pero también un probable incumplimiento de tratados tributarios internacionales por parte del Congreso de Estados Unidos. La propuesta original proponía una tasa del 5%, pero se modificó a última hora tras la intervención de autoridades mexicanas y un grupo de republicanos de estados fronterizos. No obstante, continuaría en pie el objetivo del proyecto, el cual es añadir entre 3 y 5 billones de dólares a la deuda nacional de 36.2 billones de dólares, durante la próxima década. De aprobarse, la población migrante estaría pagando 35 dólares por cada 1,000 dólares que envíen a sus familias. En el caso de México, las remesas alcanzaron una cifra total al cierre del 2024 de 64,700 millones de dólares, que equivalen a 3.5% del Producto Interno Bruto nacional. Para este año se espera que alcancen los 65,000 millones de dólares.
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