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XALAPA.- Los líderes nacionales del PAN y del PRI, Marko Cortés y Alejandro Moreno, han descartado renunciar a sus cargos ante los resultados preliminares de las elecciones que arrojan una victoria aplastante de Morena. Desde que Moreno tomó las riendas del tricolor, hace cinco años, el partido perdió 11 gubernaturas. En 2021: Colima, Campeche, Guerrero, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas. En 2022, Hidalgo y Oaxaca y en 2023: Estado de México, esta última su principal bastión. Y sólo conserva Coahuila y Durango. Tras la elección del 2 de junio, el PRI cayó al cuarto lugar de las preferencias electorales a nivel nacional, con el 9.6 por ciento de la votación, por debajo de Movimiento Ciudadano. En 2019, el exgobernador de Campeche llegó a la presidencia del partido tricolor, con un registro oficial de siete millones 203 mil 191 seguidores y hasta 2023, contaba con un millón 411 mil 889 simpatizantes; es decir que perdió el 80 por ciento de su militancia. A diferencia de otros liderazgos que renunciaron a la dirigencia por haber perdido elecciones, Alito Moreno se resiste a dejar el cargo. En junio de 2022, durante una reunión, 11 ex líderes del PRI exigieron su renuncia inmediata por su pésima dirigencia y resultados, pero se negó argumentado que la militancia lo eligió. Al grado que terminó gritándose con el ex dirigente Roberto Madrazo. En julio de 2023, tras perder la elección en el Estado de México, sus confrontaciones subieron de tono al grado de que renunciaron dirigentes, exfuncionarios peñistas como Miguel Ángel Osorio Chong y exgobernadores, como Eruviel Ávila, y otros militantes quienes prefirieron sumarse a Morena y a su aliado, el Partido Verde. Mientras que Marko Cortés asumió la dirigencia de Acción Nacional en 2018, luego de que Ricardo Anaya la dejó para competir en la elección presidencial. En ese momento el partido blanquiazul gobernaba en 11 entidades, Baja California, Baja California Sur, Puebla, Chihuahua, Durango, Nayarit, Aguascalientes, Tamaulipas, Guanajuato, Querétaro y Yucatán, esta última la perdió en las elecciones pasadas. Mientras que en el caso de el PAN, desde la llegada de Marko Cortés, se fue en caída libre y perdió elecciones en siete entidades y actualmente sólo encabeza Guanajuato, Querétaro, Aguascalientes y Chihuahua. Y pese a los resultados del 2 de junio, el PAN se mantendrá como la segunda fuerza política con el 16.3 por ciento de las preferencias. En los últimos años, erogó alrededor de 37 millones de pesos en campañas de afiliación que tal parece no le han funcionado, pues hasta el 2023 contaba con un padrón de 277 mil 665 militantes y el límite que establece la ley para conservar el registro es de 260 mil 85 ciudadanos. En el tricolor se prevé la reelección de Alejandro Moreno y en el PAN, el sucesor podría ser Jorge Romero, cercano a Cortés. Por ello, se prevén jaloneos y confrontaciones al interior de los partidos, pero, por lo pronto, los dos presidentes nacionales ya tienen asegurado su escaño en el Senado.
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