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Xalapa, Ver.- Después de una considerable inversión y esfuerzo, el pozo Rayuela en el área rural de Minatitlán, administrado por Pemex, no arrojó resultados productivos. A pesar de alcanzar una profundidad de al menos 2,200 metros en busca de crudo, el esfuerzo resultó en vano, dejando a la compañía estatal con una pérdida significativa de recursos. A pesar de las esperanzas iniciales generadas por la actividad constante de gas en la zona, que sugería un posible éxito, los expertos se vieron decepcionados cuando el petróleo no fue encontrado. Los trabajos de perforación, que comenzaron a mediados de abril, movilizaron una gran cantidad de recursos y equipos, con la esperanza de aprovechar los potenciales beneficios económicos para la región rural. Con la confirmación de que el pozo Rayuela no es productivo, Pemex procederá ahora con los trabajos de taponamiento y abandono. Esta decisión representa un golpe para la compañía y subraya los riesgos inherentes a la exploración petrolera. La inversión millonaria de Pemex abarcó múltiples aspectos, desde la construcción de infraestructura hasta la contratación de servicios especializados, y se planeó meticulosamente desde el año pasado. A pesar del revés en el pozo Rayuela, la compañía continuará buscando oportunidades en otras localizaciones de la región. Este resultado no productivo del pozo Rayuela se suma a una serie de desafíos similares enfrentados por Pemex en otras áreas, como los pozos Urany en Ixhuatlan del Sureste y Akamba en Moloacan. La falta de productividad no sólo afecta a la compañía petrolera estatal, sino que también tiene un impacto negativo en la economía local, al perderse los beneficios asociados con la extracción y transporte de crudo.
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