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XALAPA.- Durante una rueda de prensa, el exgobernador de Veracruz y actual candidato a senador suplente por la "Coalición Fuerza y Corazón por Veracruz", Miguel Ángel Yunes Linares, anunció que la Fiscalía General de la República (FGR) ha concluido que no hay evidencia de que haya cometido delito alguno en relación con la denominada "carpeta azul" y el fallido "Sistema Estatal de Videovigilancia" implementado durante su mandato. Yunes Linares señaló al actual gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, como el responsable del fracaso del Sistema de Videovigilancia y de no recuperar hasta 200 millones de pesos en penalizaciones a la empresa COMTELSAT, S.A. de C.V, encargada del proyecto. Admitió que, al final de su mandato, un número reducido de cámaras no pudo ser conectado, pero responsabilizó a la administración actual por no exigir el cumplimiento del contrato que estipulaba penalizaciones por retrasos en la conexión. Respecto a la "carpeta azul", Yunes Linares detalló que la FGR le notificó su resolución desde abril de 2023, concluyendo que no existe ningún delito y determinando el "no ejercicio de la acción penal". Enfatizó que las denuncias carecían de sustento y criticó a quienes las impulsaron, incluyendo a Javier Duarte, Manuel Espino y organismos como la Unidad de Inteligencia Financiera y la Procuraduría Fiscal. El exmandatario arremetió contra el actual gobernador, al que calificó como "el payasito de Palacio", acusándolo de ineptitud y de intentar desviar la responsabilidad de sus propios fracasos hacia administraciones pasadas. Finalmente, Yunes Linares anunció el inicio de lo que él ha llamado "la carpeta guinda", una serie de denuncias documentadas sobre presuntos actos de corrupción y abuso de poder por parte de funcionarios de la llamada Cuarta Transformación, incluyendo a la candidata de MORENA a la gubernatura, Rocío Nahle. Advirtió que se presentarán denuncias en contra de diversos funcionarios, incluyendo al candidato al Senado Manuel Huerta Ladrón de Guevara. Fuertes acusaciones que, aunque no lo admitan, ponen a temblar a los morenistas.
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