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XALAPA.- En un acto de cinismo político, Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de la coalición ‘Sigamos Haciendo Historia’, denunció la compra de votos en el estado de Guanajuato, mientras su partido ha sido reiteradamente acusado de utilizar programas sociales para obtener apoyo electoral. Sheinbaum acusó a sus oponentes de repartir la llamada "tarjeta rosa", ofreciendo 9 mil pesos a cambio de votos, mientras olvida convenientemente las acusaciones similares que han rodeado a su propio partido que utiliza ayuntamientos y gobiernos estatales afines para coaccionar el voto a favor de su partido. Y es que conviene recordar que Morena se ha distinguido por desviar recursos públicos para influir en las elecciones a través de programas sociales, un acto flagrante de corrupción que contradice sus llamados a la transparencia y la integridad. Además, Sheinbaum hizo un llamado al Instituto Electoral de Guanajuato para que tome medidas, argumentando que en el estado, con un gobierno panista, se utilizan tácticas ilegales para obtener votos. Sin embargo, su solicitud parece más una distracción de las propias acciones cuestionables de su partido que una genuina preocupación por la integridad del proceso electoral. A pesar de sus intentos de desviar la atención, Sheinbaum no puede ocultar el hecho de que Morena ha sido acusada repetidamente de prácticas antidemocráticas, incluida la compra de votos. Su discurso de denuncia se desvanece en medio de las acusaciones de hipocresía y cinismo que rodean a su campaña presidencial.
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