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XALAPA.- En el seno del Partido del Trabajo (PT), la euforia y el respaldo hacia Rocío Nahle García se desbordaban como un río desbocado tras su actuación en el reciente debate electoral, aunque pareciera que más bien es una sensación artificial y desesperada. Vicente Aguilar Aguilar, coordinador de la Comisión Ejecutiva Estatal del PT, no pudo ocultar su entusiasmo al elogiar la presunta firmeza y las propuestas de la candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia. ¿Qué debate vio? En cualquier caso, y como suele ser su costumbre, con un tono casi reverencial, Aguilar destacó la “claridad y contundencia” de Nahle durante el debate, rompiendo con las expectativas de aquellos que esperaban verla temerosa y pusilánime. Incluso asegura que dejó “boquiabiertos” a varios. Y razón no le falta, pero ante su torpe desempeño, lo que en realidad causó risas y burlas de los asistentes que no daban crédito a la poca preparación, a las mentiras y a los señalamientos de presunta corrupción que no fue capaz de responder la candidata oriunda de zacatecas. Para el PT, aliado con Morena, Partido Verde y Fuerza por México, el debate representaba un enfrentamiento entre la Cuarta Transformación y la oposición derechista. Aguilar no dudó en resaltar esta dicotomía, presentando a Nahle como la defensora de los valores progresistas frente a un retorno a las prácticas corruptas y abusivas del pasado. O sea, la misma cantaleta aburrida de siempre. En un tono casi conmovedor, Aguilar también abordó el tema de la residencia de Nahle en Veracruz, subrayando su arraigo en el estado y su compromiso con su desarrollo. "Nadie elige dónde nacer, pero sí dónde vivir", proclamó, enfatizando la elección de Nahle de establecerse y contribuir al progreso de Veracruz. Al menos ya aceptan que no es veracruzana aunque para justificarlo tengan que agarrarse de una frase cursi y ridícula. La embestida de críticas de la oposición hacia Nahle fue descrita por Aguilar como un reconocimiento tácito de su empoderamiento y liderazgo. Y en cuanto al desaire hacia Pepe Yunes, Aguilar justificó la acción como una respuesta legítima a las “difamaciones” previas del político. Buen eufemismo del político para evitar decir que su candidata carece del temple necesario para enfrentar situaciones incómodas y que se deja dominar por sus emociones. En fin, la actitud servil del PT hacia Nahle se manifiesta un día tras otro con relatos absurdos que la ensalzan como una líder indomable, firme en sus convicciones y decidida a llevar a Veracruz hacia un futuro de justicia y progreso. Por lo visto, el petista tiene una gran imaginación porque esa descripción encaja con cualquiera menos con la zacatecana.
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