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XALAPA.- La vacunación es la mejor herramienta para prevenir algunas enfermedades infecciosas, con lo que los diferentes biológicos existentes se han convertido en una de las medidas de salud pública que más vidas ha salvado a lo largo de la historia, resalta la especialista en infectología del Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga”, pediatra Nancy Justiniani Cedeño. Explica que las vacunas son preparaciones farmacéuticas que contienen agentes que simulan a los microorganismos causantes de determinada enfermedad, en forma debilitada, atenuada o inactivada, y se suministran con el propósito de que el organismo los reconozca, para que pueda producir anticuerpos (defensas) y active la respuesta del sistema inmunológico. Las vacunas ponen en marcha las defensas naturales del cuerpo, desencadenando una respuesta en el sistema inmunitario, el cual, al reconocer al microorganismo invasor (virus, bacteria y/o parásito), genera anticuerpos que ayudan a neutralizar y destruir los ataques de agentes externos nocivos.” Justiniani Cedeño expone que el biológico hexavalente se suministra a los dos, cuatro y seis meses, y el refuerzo a los 18 meses para prevenir: difteria, tosferina, tétanos, polio, hepatitis B y enfermedades graves por Haemophilus influenzae tipo B. A su vez, la vacuna triple viral, protege contra: sarampión, rubéola y paperas (SRP) se aplica en dos dosis, la primera al año y, desde 2022, la segunda a los 18 meses; sin embargo, también se aplica la segunda dosis niños y niñas de seis años que no la hayan recibido. El biológico contra VPH se aplica en dosis única a las niñas de 5° y 6° grado de primaria y 1° de secundaria o bien, de 11 a 13 años no escolarizadas. Asimismo, se suministran vacunas que previenen contra tuberculosis meníngea y miliar llamada BCG, que es de aplicación única al nacer o antes de los 14 años. Enfatiza que a través del tiempo, las vacunas han demostrado su efectividad contra las enfermedades, haciendo posible su control, eliminación e, incluso, su erradicación, como el caso de la viruela. Mención importante hizo en cuanto a la disminución de la cobertura, como consecuencia de la pandemia de COVID-19, ante el temor de contagios de este virus y dejaron de acudir a las unidades médicas. Puntualiza que el avance científico ha permitido diseñar biológicos para proteger al ser humano a lo largo de su vida o en etapas específicas como el embarazo, para salvaguardar la salud de la madre y la transmisión de anticuerpos al feto como las vacuna TDPA, o contra influenza y COVID-19. Destaca que otro de los beneficios de las vacunas, es que protegen a personas que viven con alguna enfermedad crónico-degenerativa, como: diabetes, hipertensión y cáncer, entre otras, ya que estos padecimientos debilitan el sistema inmune y hace a las personas más vulnerables a contraer alguna enfermedad prevenible por vacunación, así como el desarrollo de complicaciones asociadas a la enfermedad, de ahí que: “lo mejor que un país puede hacer es invertir en vacunas para garantizar de manera preventiva la salud de sus poblaciones”. La especialista resalta que en el país las vacunas son: universales, gratuitas, seguras y eficaces, por lo que el llamado es madres, padres, tutores o cuidadores de niñas, niños y adolescentes a que los lleven a vacunar a la unidad de salud más cercana y a completar esquemas de vacunación. Sin embargo, en los dos primeros años de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, 6 millones de bebés y de niñas y niños hasta 6 años de edad no fueron vacunados. Una investigación de Animal Político dio a conocer que su gobierno no compró los biológicos requeridos o lo hizo con retraso, como resultado del cambio que ordenó en los procedimientos de compra para tratar de cumplir con su política de austeridad y el supuesto combate a la corrupción. Y a pesar que argumentó que se ahorraría dinero, eso tampoco ocurrió. El gobierno de AMLO gastó 24 por ciento más en la compra de vacunas en 2019, que Enrique Peña Nieto en 2018. Peor aún: compró menos dosis. Por eso, cuando las familias buscaron las vacunas obligatorias para sus niños, no las encontraron, dejándolos desprotegidos contra la hepatitis B, tétanos, difteria, rotavirus, neumococo o sarampión. Todas, enfermedades prevenibles por vacunación.
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