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XALAPA.- Es lamentable que muchos adultos mayores, aquellos que entregaron gran parte de su vida al servicio público o al sector privado, se encuentren en pobreza extrema. Y es que en el Estado cerca del 60 por ciento de su población adulta mayor (65 año o más) vive en situación de pobreza, cifra muy por arriba de la media nacional que es de 31.1 por ciento, según datos del Consejo Nacional de Evaluación (Coneval). En uno de sus más recientes estudios de análisis del Coneval, denominado Personas adultas mayores en México: evidencia para la toma de decisiones, a fin de dar a conocer algunos resultados de la medición multidimensional de la pobreza en México del periodo 2018-2022. Para 2022 se tenían contabilizados 12.6 millones de personas adulta mayores (5.6 millones eran hombres y 7 millones eran mujeres) y de éstas 3.9 millones estaban en situación de pobreza. En porcentajes para situación de pobreza fue de 0.6 millones 4.8 por ciento. Al analizar la incidencia de pobreza por estados, Veracruz se posicionó en la quinta posición a nivel nacional con 57.5 por ciento de su población adulta mayor en dicha condición. En su análisis, el Coneval identificó al menos seis carencias sociales y económicas que padecen los abuelitos. En primer lugar está el rezago educativo, que se refleja en la poca disponibilidad de instituciones y programas de enseñanza, así como problemas de accesibilidad física y económica, entre otros. La segunda mayor carencia en la población de 65 años o más, el acceso a los servicios de salud; esto debido a que no cotizaron en alguna institución de seguridad social, dicha brecha se agudiza más en mujeres, ya que 9 de cada 10 mujer adulta mayor no realizó alguna aportación a instituciones de seguridad social a lo largo de su vida productiva. La tercera carencia es acceso a una jubilación o pensión (contributiva o no contributiva). A nivel nacional, en 2020, el 79.7 por ciento de la población adulta en México recibía jubilación o pensión (contributiva y no contributiva), 35.9 por ciento e jubilación o pensión (contributiva o no contributiva) por un monto igual o mayor al valor promedio de la línea de pobreza por ingresos y; solo el 33.1 por ciento recibe pensión contributiva. Le siguieron carencias por acceso a los servicios básicos en la vivienda, por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad y, por calidad y espacios de la vivienda. En México, los estados del país que ocupan los primeros lugares de población adulta mayor en situación de pobreza fueron Oaxaca (71.2 por ciento), Chiapas (74,2 por ciento), Guerrero (67.9 por ciento), seguido de Puebla (56.4) y, en quinto lugar Veracruz. Asimismo, el estudio precisó que algo que caracteriza a esta etapa de la vida, es la aparición de salud complejos; es cuando aumenta la probabilidad de enfrentar padecimientos más costosos, progresivos, difíciles de controlar y que incluso se presentan simultáneamente. Otros riesgos que surgen en la vejez remiten al desarrollo de enfermedades y complicaciones de salud por padecimientos, afecciones a la salud mental y socioemocional y limitantes para el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos. También durante la vejez se presentan riesgos asociados al derecho al trabajo, tales como desempleo, dificultad para encontrar trabajo, enfermedad o accidente y precarización laboral. Asimismo, el Coneval precisó que al deber del Estado de garantizar la protección de los derechos sociales en los diferentes cursos de vida de las personas, mediante la implementación de políticas que reduzcan la vulnerabilidad ante los diversos riesgos. Y es, a pesar de que las personas adultas mayores tienen derecho al acceso al trabajo y a otras opciones que les permitan un ingreso propio, lo cierto es que la participación económica disminuye conforme avanza la edad y, la proporción de personas mayores que trabajan en la informalidad es más elevada que para las personas menores de 65 años.
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