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XALAPA.- Petróleos Mexicanos (Pemex) continúa como un lastre para las finanzas públicas y para el crecimiento económico del país, pues el gobierno le transfiere alrededor del dos por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al año y son pocos los beneficios que los mexicanos obtienen de la empresa productiva, indicó Emilio Romano, director general de Bank of America en México. En una rueda de prensa, el banquero precisó que la economía mexicana ha funcionado bien a lo largo de los últimos años, muestra de ello es el dinamismo del consumo y los altos niveles de inversiones que poco a poco se materializan como resultado del fenómeno de la relocalización de empresas, mejor conocido como nearshoring. Sin embargo, expuso, Pemex continúa como un lastre para las finanzas públicas y para el crecimiento económico del país, pues el gobierno le transfiere alrededor del dos por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al año y son pocos los beneficios que los mexicanos obtienen de la empresa productiva. Señaló que “Lo que llama la atención es Pemex, hoy en día representa una transmisión de valor del gobierno mexicano al año de 2 por ciento del PIB y un costo de oportunidad muy grande, cualquier empresa que extrae petróleo debe de pagar regalías… Los mexicanos no reciben beneficios por las transferencias del gobierno a Pemex, son transferencias regresivas, ese dinero debe de enfocarse a temas prioritarios para los mexicanos. Romano destacó que “El gobierno sabe que Pemex requiere de un trabajo mayor, no es un problema de balance necesariamente, está endeudada, es un hecho, quien la endeudó también es un hecho, se debe resolver el problema financiero, pero no es con transferencias, solo se atrasa el problema. Pemex debe de generar valor y generar utilidades en las cantidades necesarias para tener rentabilidad”. Pese a lo anterior, dijo, el comportamiento de la economía mexicana hace lucir al país ante los inversionistas internacionales como un país desarrollado o que está encaminado a serlo, el tema es ver la velocidad en la que esto ocurre. Sobre el tema del nearshoring, dijo, es una realidad que no se observa “como un eclipse”, sino que todas las oportunidades de inversión se materializan poco a poco, y actualmente México se encuentra en una “posición privilegiada” para el comercio exterior. Romano indicó que “las cifras macroeconómicas demuestran que México es un país desarrollado, como se transacciona el peso es un ejemplo del país desarrollado, tenemos una moneda representativa, es la moneda emergente por excelencia, responde a cosas que no tienen nada que ver con México”.
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