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XALAPA.- Juan Moctezuma López, un docente jubilado del nivel de primaria básica, ha iniciado por segundo día consecutivo una huelga de hambre en la plaza Lerdo, con una exigencia clara: el pago del seguro institucional o invalidez que le adeudan desde hace diez años. Con una cartulina naranja en mano, donde plasmó sus demandas, Moctezuma López relata su lucha solitaria por obtener lo que considera un derecho. A pesar de su cansancio, resultado de cirugías de columna y apéndice, se mantiene firme en su protesta, decidido a no moverse de ese lugar hasta obtener una solución. Su reclamo no es nuevo, pero tampoco ha obtenido respuesta satisfactoria. A pesar de las promesas de pago y los plazos incumplidos, ninguna autoridad gubernamental ha atendido su caso de manera efectiva. Moctezuma López, quien trabajó en la escuela primaria Miguel Hidalgo de la comunidad Chapulín en Chiconquiaco, se siente abandonado por un sistema que debería proteger sus derechos como trabajador. Con la pensión por invalidez como única fuente de sustento, el docente expresa su preocupación por su situación de salud y responsabiliza directamente al gobierno del estado si algo le sucede como consecuencia de su protesta ignorada. A pesar de su debilidad física, la determinación de Juan Moctezuma López sigue intacta, demostrando la fuerza de su convicción en la lucha por la justicia y el cumplimiento de sus derechos laborales. Mientras tanto, el indolente gobernador Cuitláhuac García mira para otro lado. Una vergüenza.
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