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XALAPA.- Joana Bautista, exadministradora del Poder Judicial de Veracruz, fue citada a comparecer este miércoles 24 de abril en los juzgados de Pacho Viejo, ubicados en Coatepec, enfrentando graves acusaciones por incumplimiento de un deber legal durante su gestión. Y es que cambió la situación jurídica de la exfuncionaria ya que la medida cautelar fue modificada y pasó de ser testigo a imputada, por lo que podría quedar detenida en cualquier momento. Joana, quien ocupó su cargo hasta ser destituida el pasado 26 de septiembre, debió haberse presentado junto con Manuela Saldaña, quien era subdirectora de recursos financieros en el mismo organismo. Hay que recordar que las acusaciones contra Bautista y Saldaña emergen tras una serie de auditorías internas y denuncias realizadas por la presidenta del Poder Judicial de Veracruz, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, quien el pasado 9 de febrero informó a los medios sobre cuatro denuncias penales por corrupción implicando a funcionarios del Poder Judicial. Estos actos incluyen el supuesto uso de una red de empresas fantasmas que manejaron contratos por más de 50 millones de pesos, mismos que habrían sido desviados. Además, la Auditoría Superior de la Federación reveló en marzo de 2024 que no se había aclarado el manejo de 82 millones de pesos en la Cuenta Pública de 2021, periodo en el que Bautista fue administradora del Consejo de la Judicatura del Estado. Como contexto, antes de su periodo en el Poder Judicial, Bautista trabajó como secretaria particular de Eleazar Guerrero Pérez, exsubsecretario de Finanzas, quien era su padrino político y a quien se le atribuye el haberla colocado en ese puesto. Tras su salida del Poder Judicial, Bautista no fue reintegrada al grupo político ‘Unidos Todos’, propiedad de Guerrero, quien actualmente se postula para diputado federal por Morena en la vía plurinominal. Esta citación, y eventual detención, podría tener implicaciones significativas para la estructura actual del Poder Judicial en Veracruz, revelando la enorme corrupción promovida desde Palacio de Gobierno, en un momento donde la transparencia y la integridad de la administración pública están siendo cuestionadas intensamente por la ciudadanía. Sin embargo, queda claro que se le acabó la protección por parte de los cuitlahuistas quienes, en vista del pésimo panorama político que les espera después del dos de junio, buscarían ir entregando a la justicia a sus fichas más fáciles. Sólo queda por preguntarse qué tanta información comprometedora estará dispuesta a revelar Joana al verse acorralada. Por cierto, de su marido, Fernando Valerio Gutiérrez, director del Consejo Estatal de Justicia Alternativa, ni pio. No sea que también se destape su cloaca.
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