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XALAPA.- Ante los nuevos señalamientos de presunta corrupción dados a conocer por el empresario Arturo Castagné, la candidata a la gubernatura de Veracruz por la coalición Morena, PT, Partido Verde y Fuerza por México, Rocío Nahle García, rechazó categóricamente las acusaciones en su contra sobre la posesión de gasolineras y propiedades en el extranjero. El empresario dio a conocer a través de sus redes sociales que la zacatecana, durante su gestión como Secretaria de Energía (2019-2023), y a través de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), concedió 100 permisos para el expendio al público de petrolíferos principalmente a dos empresas gasolineras. Se trata de Servifácil S.A de C.V. y Servicio Cúpula S.A. de C.V., empresas gasolineras las cuales son propiedad de Jesús Rogelio Lemarroy González, originario de Coatzacoalcos y presuntamente la misma persona que habría vendido un lujoso departamento a Nahle en San Pedro Garza García, Nuevo León. En una conferencia de prensa, denunció estas afirmaciones como “difamaciones promovidas por la oposición”, liderada por PRI-PAN-PRD. Recalcó, sin pruebas, que nada de eso es cierto y que sólo son difamaciones perpetradas por sus rivales políticos, pero que está acostumbrada a este tipo de tácticas para desacreditar a sus oponentes. La candidata oficialista destacó su presunto compromiso con la transparencia y la verdad, y aseguró que de ganar los veracruzanos tendrán “una gobernadora digna que elevará el nivel político en el estado". Aunque no dijo cómo, y en lo que parecen más bien palabras al viento, Nahle García subrayó que su enfoque está en construir un proyecto de estado que impulse el desarrollo social y económico de Veracruz. Desestimó lo que ella catalogó como intentos de distraerla de su trabajo y aseguró que no permitirá que la oposición la detenga. Por último, aseguró que su responsabilidad es grande, pero que es “una mujer de trabajo y con gran fortaleza”. Ni una sola justificación coherente ofreció, pero si mucha victimización de la cual, francamente, los veracruzanos ya se cansaron. Por lo anterior, no es de extrañar que su campaña sea un fracaso y ella vaya en picada en las encuestas.
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