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XALAPA.- Javier Duarte de Ochoa, exgobernador de Veracruz, está contando los días para salir de prisión, ya que podría obtener su libertad en dos años o menos. Actualmente, Duarte cumple una sentencia de nueve años en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, después de declararse culpable de asociación delictuosa y lavado de dinero. Hay que recordar que el 27 de septiembre de 2018, un juez federal lo sentenció, con una condena que incluye también una multa de 58 mil 890 pesos. Esta sentencia comenzó a aplicarse desde su detención el 15 de abril de 2017 en Panajachel, Guatemala, lo que indica que el próximo 15 de abril de 2026 podría estar en libertad, a menos que surjan nuevos procesos legales en su contra. Aunque fue vinculado a proceso por desaparición forzada, un amparo promovido por su equipo legal logró anular esta acusación, aunque el caso sigue en revisión en tribunales federales. Si no hay nuevas acusaciones, Duarte también recuperaría sus derechos políticos y civiles. Desde la cárcel, Duarte ha continuado participando activamente en la discusión pública a través de redes sociales, que aparentemente son administradas por asistentes fuera de prisión. Ha comentado sobre política nacional, especialmente de Veracruz, y temas de deporte, cultura y eventos internacionales. Sin embargo, en los últimos días ha mantenido un sospechoso silencio sobre el proceso electoral actual en Veracruz y México, generando especulación sobre sus motivos y la naturaleza de su participación futura en la política del país. ¿Será que ya le mandaron a decir que es mejor que guarde silencio ante la posibilidad de que se acelere su liberación? En cualquier caso, que le dé las gracias al presidente AMLO y al partido Morena, de quienes ha fungido como vocero oficioso en los últimos tiempos. Vaya vergüenza.
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