XALAPA.- En un intento desesperado por destacar en la contienda electoral, el Partido del Trabajo (PT) ha optado por una estrategia peculiar: opinar sobre temas en los que claramente carece de entendimiento. Es evidente que, ante la falta de propuestas y liderazgo sólido, el PT busca llamar la atención con declaraciones carentes de fundamentos. Un ejemplo reciente de esta tendencia servilista se observa en la forma en que el PT ha abrazado los resultados de encuestas de medios odiados por ellos mismos como "El Universal" y "El Financiero", pero que ahora citan alegremente. La algarabía del PT al recibir estos resultados, que favorecen a su candidata Claudia Sheinbaum, refleja su desesperación por cualquier indicio de relevancia. Y es que resulta irónico que aquellos que siempre desconfían abiertamente de las encuestas sean los mismos que las utilizan como palanca cuando les conviene. Este grotesco espectáculo político evidencia la falta de principios y coherencia en la política estatal. Otro episodio lamentable protagonizado por el PT es su reacción ante las acusaciones de corrupción que ha recibido su candidata a Gobernadora, Rocío Nahle. Claramente el PT pretende utilizar estos incidentes como un mero trampolín para victimizarse y desviar la atención de su propia falta de argumentos ante las contundentes pruebas que la señalan a zacatecana y a su familia de enriquecimiento ilícito. Por último, al parecer recibieron con miedo y rechazaron la propuesta del representante del PRI ante el OPLE, Silvio Lagos, de implementar una campaña para informar a los ciudadanos sobre la neutralidad de los programas sociales, ante la desinformación promovida por el gobierno. ¿A que le temen? Parecen olvidar que la transparencia y la ética en el uso de recursos públicos son valores fundamentales en una democracia saludable, características opuestas a lo que ellos representan.
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