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XALAPA.- A pesar de un incremento que ha evidenciado el Gobierno Federal en el gasto público, referente a esquemas de programas de desarrollo social, educativo y de salud, ello no compensa el déficit fiscal que se ha generado ante la diferencia entre la recaudación tributaria y las erogaciones de la administración pública. Lo anterior es notable en un escenario electoral, donde se encuentran inmiscuidos diversos intereses de la población, pues de alguna forma influye en la próxima contienda electoral. En ese esquema, el hito destacado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no compensó un incremento de 30.5 por ciento en el gasto público, el cual fue impulsado por las erogaciones del gobierno federal que, por sí solas, se dispararon 47.9 por ciento. El gasto en las dependencias aumentó 137.3 por ciento, de acuerdo con los informes hacendarios. A sabiendas de la veda electoral, Hacienda proyectó que el gasto del periodo alcanzaría 1 billón 742 mil 468.9 millones de pesos en el primer bimestre del año, pero esta previsión se quedó ligeramente por debajo. Se terminaron por gastar un billón 651 mil 507.5 millones de pesos. En el caso del gasto del gobierno federal aumentó 47.9 por ciento. A su interior, el de los ramos autónomos avanzó 22 por ciento, el de los generales 4 por ciento y el de los ramos administrativos, donde se cuentan las dependencias federales, lo hizo 137.3 por ciento. Hacienda destacó que los recursos a desarrollo social registraron un avance de 44.5 por ciento, con aumentos en todos sus componentes, entre los que destacaron protección social, educación y salud. Respecto las finanzas y deuda públicas, Hacienda destacó el incremento en la recaudación. Sin embargo, éste se quedó corto frente a la escalada de gastos. El déficit público prácticamente se triplicó entre el primer bimestre del año pasado respecto al de 2024, al pasar de 141 mil 369.3 millones de pesos a 459 mil 468.2 millones. En tanto el ISR (impuesto sobre la renta) registró un incremento de 0.5 por ciento y una reducción progresiva de los estímulos fiscales a las gasolinas, hicieron que la captación vía IEPS (impuesto especial sobre producción y servicios) repuntara 74.1 por ciento. No obstante, a pesar de que hubo una buena recaudación fiscal no es notaria ante los gastos públicos que se reflejan mediante los programas sociales en plena veda electoral.
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