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XALAPA.- Ha trascendido una desesperada carta dirigida al Secretario de Seguridad Pública del estado de Veracruz, Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla, en la que un grupo de individuos, manteniendo el anonimato por razones de seguridad, ha expuesto una serie de irregularidades alarmantes dentro de la comandancia de Ciudad Mendoza. Bajo el liderazgo del supuesto comandante Humberto Manuel Morales, conocido como "Logan", se revelan una supuesta serie de prácticas que van desde el abuso de poder hasta el descuido de las responsabilidades más básicas. Según la misiva, mientras la región enfrenta desafíos críticos como incendios forestales que demandan atención inmediata, el comandante Logan y sus subordinados, apodados Sikey y Galo, se dedican a consumir bebidas alcohólicas dentro de las instalaciones de la comandancia. Mientras tanto, en lugar de coordinar esfuerzos para abordar las emergencias, se ocupan en actividades delictivas como asaltar al Comandante. Además, se acusa al comandante Logan de llevar una vida de ocio dentro de la comandancia, encerrado en su dormitorio con una persona apodada "Flaca", sin cumplir con sus deberes de patrullaje o coordinación. Se dice que utiliza la intimidación para forzar a sus subordinados a seguir sus órdenes, amenazándolos con represalias si se niegan a cumplir. Este comportamiento autoritario, según la carta, se alinea con las instrucciones del delegado Efraín Mateo Escalante, conocido como "Sikey". Otra acusación grave es la presunta imposición de multas excesivas a los ciudadanos, dependiendo de factores arbitrarios y sin justificación. Se afirma que estas multas son utilizadas para beneficio personal y para agradar a los superiores. Además, se denuncia un trato preferencial hacia ciertos elementos, incluso cuando se cancelan las franquicias de radio, solo se permite el uso de radios al personal de confianza del comandante. La carta también menciona la asignación irregular de vehículos, con unidades siendo desviadas del uso oficial para favorecer a allegados del comandante, lo que resulta en faltas administrativas para el personal comisionado correctamente. Además, se señala el uso de la comandancia como lugar de encuentro para relaciones extramaritales, en lugar de ser un centro operativo efectivo. Los remitentes de la carta exigen una intervención urgente y la designación de un comandante con autonomía y capacidad para tomar decisiones propias, no uno que sea simplemente un títere manipulado por figuras superiores. Solicitan a las autoridades competentes que tomen medidas para investigar y abordar estas acusaciones, y ofrecen evidencia fotográfica como apoyo a sus afirmaciones. La gravedad de estas acusaciones llama a una pronta y exhaustiva investigación por parte de las autoridades competentes. La integridad y eficacia de la comandancia de Ciudad Mendoza están en juego, y es imperativo que se tomen medidas para restaurar la confianza pública y garantizar que las fuerzas del orden actúen en beneficio de la comunidad que sirven.
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