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XALAPA.- En un acto desgarrador de desesperación y búsqueda de justicia, y ante la ineptitud del gobernador del estado, Cuitláhuac García, familiares de las cuatro víctimas mortales del trágico accidente carretero del pasado 17 de febrero pasado han solicitado la intervención directa del presidente Andrés Manuel López Obrador; sin embargo, sus súplicas parecen caer en oídos sordos ante la aparente falta de interés y empatía por parte de su gobierno. Las familias afectadas acusan a la Fiscalía General del Estado (FGE), a través de su unidad de procuración de justicia de Acayucan, de retrasar deliberadamente la investigación para favorecer a la empresa Consorcio Ferroviario FIT SA de CV, propietaria de la grúa implicada en el accidente fatal. A pesar de los testimonios que indican que el conductor de la grúa y sus acompañantes estaban consumiendo alcohol en el momento del incidente, la carpeta de investigación ACY/DXX/F2/134/2024 apenas ha avanzado, dejando a las familias en la oscuridad y sin respuestas. La desesperación llevó a los familiares de las víctimas a presentarse frente a las instalaciones de la Secretaría de Marina armada de México (Semar), en un intento de entregar personalmente un escrito al presidente durante su conferencia matutina; no obstante, sus demandas de justicia parecen haber caído en el vacío, sin recibir la atención y el apoyo que tanto necesitan en este momento de duelo y angustia. Entre las víctimas se encuentran adultos y estudiantes de Jesús Carranza, incluyendo a Hermila Mortera López, Joselin Alethia Ibarra Flores, Román Ríos Vasconcelos y el ganadero Damián Retama Pulido. Sus vidas fueron arrebatadas en un instante, dejando a sus seres queridos con un dolor que solo se agrava ante la indiferencia y la falta de acción por parte de las autoridades. Es imperativo que el presidente López Obrador y su gobierno demuestren un compromiso real con la justicia y el bienestar de las víctimas y sus familias. No pueden seguir ignorando los llamados desesperados de aquellos que claman por respuestas y justicia. La falta de empatía y acción solo profundiza el dolor y la desconfianza en las instituciones, perpetuando un ciclo de injusticia que no puede ser tolerado en una sociedad democrática y justa.
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