XALAPA.- En Veracruz, las quejas sobre la inseguridad en las carreteras se hacen evidentes a través de lonas colocadas en varios puntos de la ciudad de Veracruz. Estas lonas, que expresan preocupación por la seguridad de los transportistas y choferes, no son novedad puesto que desde hace dos semanas integrantes de este gremio han externado su preocupación por la violencia y crisis de inseguridad que se vive en la entidad, convocando a un paro nacional en las carreteras en señal de protesta; sin embargo, en lugar de abordar estas preocupaciones con seriedad, el gobernador Cuitláhuac García parece optar por su desgastada táctica evasiva, retratándose una vez más como la víctima de las circunstancias. Al calificar las quejas como parte de una "campaña negra" en su contra, minimiza la gravedad del problema y desvía la atención de su responsabilidad en abordar la creciente inseguridad en las carreteras del estado. Aunque asegura que se están tomando medidas de seguridad, la falta de una respuesta concreta y la tendencia a desestimar las preocupaciones legítimas como meramente "electoreras" reflejan una actitud prepotente y alejada de la realidad por parte del gobernador. En lugar de enfrentar los desafíos de frente y asumir la responsabilidad por la seguridad de los ciudadanos, García parece estar más interesado en quedar bien con el presidente AMLO y evadir su responsabilidad como líder del estado. Veracruz merece más y por eso es que él, y todo lo que representa, ya se van.
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