XALAPA.- En un intento por levantar el ánimo y proyectar confianza, la zacatecana Rocío Nahle García, recientemente designada candidata a la gubernatura de Veracruz por el Consejo Político Estatal de Morena, lanza unas declaraciones que algunos interpretaron como patadas de ahogado ante su evidente desplome en las encuestas. A pesar de asegurar que se ganará la elección "a la buena", el malestar social en contra de Morena está pesando muchísimo. Y es que estas palabras sonaron más a una estrategia desesperada que a una convicción genuina, especialmente en un momento en el que las cifras de popularidad del partido parecen estar en picada. A pesar de ser respaldada por unanimidad por los consejeros de Morena y de contar con el apoyo de la coalición con PT, PVEM y Fuerza por México, parece que a la exsecretaria de energía ese endeble sostén no le parece suficiente, ya que al quererse victimizar y catalogar a la oposición de "grotesca, golpeadora y difamatoria", sólo evidencia su miedo. En el evento, Nahle García también hizo memoria acerca del proceso electoral del 2018 señalando la obligación del actual gobernador, Cuitláhuac García Jiménez, de hacer bien las cosas y terminar bien su administración. ¿Indirecta? Por lo que sea, estas palabras pueden ser interpretadas como un intento por desviar la atención de su realidad política actual, mientras comienza el sonado desmarque respecto al mandatario estatal. En definitiva, las declaraciones de la zacatecana Rocío Nahle reflejan la tensión y la incertidumbre que reina al interior de su partido. Conocen los números y saben van muy mal. Tienen pánico.
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