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XALAPA.- En un acto de cinismo desbordante, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez se atreve a criticar a la oposición por no aprender la "lección" de su derrota electoral en 2018, mientras apoya descaradamente a la candidata oficial del partido en el poder. Sus palabras, llenas de ironía y arrogancia, reflejan un temor latente a perder el control político de la entidad debido a que su administración ha sido catalogada como la peor gestión en la historia de Veracruz. Al participar en el Consejo Político Estatal de Morena, donde fue designada de manera oficial la zacatecana Rocío Nahle García como candidata a la gubernatura de Veracruz, García Jiménez no tuvo reparos en burlarse de la oposición, insinuando que se llevarían una nueva sorpresa y recibirían una nueva lección de la historia. ¿Tan confiado está en poderse robar la elección? Sea como sea, este discurso, cargado de sarcasmo, busca ocultar la realidad: el miedo palpable del gobernador a perder el poder ante un candidato legítimo como Pepe Yunes. Ante esta situación, García Jiménez quiso convocar a la unidad entre los miembros y simpatizantes de Morena, así como a la unidad con el pueblo, en un intento desesperado por mantener el control político de la entidad; sin embargo, sus palabras suenan huecas y carentes de credibilidad, especialmente cuando su desgobierno ha sido señalado por la rampante corrupción y la ineficacia. En lugar de reconocer los errores de su gobierno y trabajar para mejorar la situación de Veracruz, el gobernador prefiere aferrarse al poder y desacreditar a la oposición con discursos ridículos. El pueblo veracruzano no es tonto por lo que tal parece que la lección se la va llevar él el próximo 2 de junio: El pueblo quiere que lo gobierne un veracruzano de verdad, y ese es Pepe Yunes.
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