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XALAPA.- Otro de los efectos de la Covid19 en el mundo fue que afectó el ejercicio de la libertad religiosa, particularmente por las cuarentenas y restricciones de asistencia a lugares cerrados, lo cual alejó a los feligreses de los templos, pero también hubo países en los que a determinadas corrientes religiosas se les culpó por la pandemia, anota el reporte bianual “Libertad Religiosa en el Mundo, Informe 2021”, de Aid to the Church in Need (Ayuda a la Iglesia Necesitada, ACN international). Marcela Szymanski, editora en jefe del reporte, destaca que la mayor afectación se dio por la “limitación desproporcionada de la práctica y el culto” con el argumento de prevenir contagios. Esto, agrega, fue desproporcionado, “porque abrieron todos los supermercados y los estadios en muchos países”, pero en las iglesias solo se permitían aforos limitados. Uno de los efectos más graves de la pandemia hacia la libertad religiosa es que también hay “estigmatización religiosa como causante de la pandemia”, porque “en muchos países se designó como chivo expiatorio a una religión como la causante de las infecciones”. En otros también hubo “negación de la ayuda humanitaria a minorías”. Eso “lo vimos en Pakistán y en la India. Siempre los cristianos y los hindúes fueron enviados al final de la fila en Pakistán. Y en la India, los cristianos y los musulmanes, al final de la fila”. Además expone que como producto de la pandemia hubo “más yihadismo en zonas sin control estatal y reclutamiento por internet; una cosa espantosa que pasó es que como estaban ocupados los ejércitos con la vigilancia por la pandemia, los yihadistas se dieron rienda suelta conquistando territorio en lugares como Nigeria”. El mismo reporte muestra que la libertad religiosa en el mundo es algo que todavía está por alcanzarse: En uno de cada tres países del mundo no se respeta la libertad religiosa, anota el reporte, en el cual se asienta que en “62 países se viola la libertad religiosa”, es decir en “31.6 por ciento” de los 196 países analizados se limita ese “derecho humano”. Pero además, en 36 países se experimenta “discriminación” (18.6 por ciento) y en 26 hay persecución (13 por ciento).Ese reporte coloca a México, Chile, Honduras, Guatemala y Haití entre los países “bajo observación” en el rubro, porque aunque no hay prohibición o persecución abierta, existen omisiones para sancionar agresiones a templos, por ejemplo, como ocurrió en Chile en el levantamiento social de fines de 2018. Especifica que “67 por ciento de la población mundial (cinco mil 200 millones de habitantes) vive en países con “graves violaciones a la libertad religiosa” y advirtió que en muchas de esas regiones “las minorías religiosas son las más atacadas”. En el análisis de Aid to the Church in Need se establece que quienes más atacan a la libertad religiosa son “los gobiernos autoritarios”, eso ocurre en 43 países; el “extremismo islamita”, lo que sucede en “26 países” y los “nacionalistas étnicos-religiosos”, lo que se experimenta en “cuatro países”.
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