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.- México ocupa el primer lugar en abuso sexual infantil a nivel mundial con 5.4 millones de víctimas, y lo más estremecedor es que el 60 por ciento de los agresores viven en el entorno cercano: padres, padrastros, tíos, vecinos, y primos, entre otros. Y por si no bastara, de cada 100 denuncias presentadas ante las Fiscalías Generales de los estados por abuso sexual infantil, apenas 10 llegan a juicio, y sólo 1 obtiene sentencia, en tanto seis de cada diez agresiones se dan en el hogar, y las víctimas conviven con el victimario. En el marco del foro virtual “Rompiendo el Silencio: Atención y Acompañamiento Jurídico a Víctimas del Abuso Sexual a Niñas Niños y Adolescentes” a través del cual se dio a conocer la campaña municipal “Yo te Creo, Construyo para ti”, la titular de la Procuraduría Municipal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes en Xalapa, Monserrat Díaz informó que de acuerdo a datos oficiales, la Procuraduría a su cargo tiene registros que de enero a octubre se han cometido 41 casos de abuso sexual, pero este número “es mínimo. Aunque a mí las cifras no me gustan en términos alarmistas, sí sirven para contextualizar, para establecer políticas públicas. Lo que se vive en el país, estado, municipio, que es grave y delicado. Estos casos rompen familias, relaciones humanas y no permiten que haya un crecimiento”, aseguró. Aunado a lo anterior, la funcionaria municipal señaló que el estado de Veracruz y particularmente el municipio de Xalapa carecen de un registro adecuado de la problemática del abuso sexual en contra de niños, niñas y adolescentes, porque las autoridades sólo tienen conocimiento de los casos cuando la familia denuncia, dado que la mayoría de las víctimas guarda silencio por culpa, miedo y vergüenza, lo que más adelante se convierte en un trauma severo. Refirió que este año 2020, caracterizado por la pandemia del coronavirus, ante la Procuraduría Municipal fueron denunciados 41 casos de abuso sexual infantil, sin embargo podría haber más niños, niñas y adolescentes que por falta de comunicación y atención por parte de sus padres y madres son víctimas y lo callan por miedo a represalias ejercidas por el agresor. Monserrat Díaz reiteró que este 2020 ha sido un año sumamente grave por la situación de confinamiento de la pandemia del covid-19 que se ha estado viviendo, “nos ha puesto en un límite en que la violencia se ha exacerbado, y no se tiene claridad, porque por el confinamiento y la situación económica no se denuncia, no se acude a las instancias pero además no hay una cultura de la violencia”. Por otro lado, la abogada de la Procuraduría Municipal, María de la Paz Sánchez, dijo que las instituciones tienen un arduo trabajo de llevar información a los niños, niñas y adolescentes para romper el silencio de los abusos sexuales. Señaló que para evitar que más menores de edad sean víctimas, es necesario que los padres y madres enseñen a llamarles a las partes íntimas por su nombre; que cuando les hablen de la sexualidad que sea de forma natural, y explicarles que hay secretos positivos y negativos. Así las cosas.
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