.- Insisten “galleros” en presentarse como hermanas de la caridad y ser promotores de una “diversión sana”, no estar involucrados en actividades ilícitas, y que sus sangrientos espectáculos donde dos gallos pelean a muerte y se destrozan con los espolones que les son atados a las patas, son "disfrutados" en “un ambiente familiar en donde va el ama de casa, los hijos, la novia, la esposa, porque no hay venta de alcohol ni cruce de apuestas”, según sueña Salvador Castilla, quien dice ser representante de una agrupación denominada “Tradiciones Unidas por México”. Seguramente el señor Castilla piensa que muchos mexicanos viven en otro mundo y no saben nada de lo que ocurre si no en todos, sí en muchos palenques que se organizan en ferias y espectáculos dizque “tradicionales”. Seguramente el señor Castilla ignora o finge ignorar que jefes mafiosos por los cuales hay jugosas recompensas no solo en México sino en la Unión Americana, tienen entre sus cuestionables gustos las peleas de gallos y gastan verdaderas fortunas apostando en esos palenques, en donde son muy comunes las reyertas, las balaceras cuando no quedan conformes los que apostaron y perdieron, o alegan trampas. Tan solo en Veracruz cada año se realizan unas 100 mil peleas de gallos, y como si todo mundo se creyera sus cuentos, señala que “en los palenques mayores donde se realzan apuestas, están regulados por la Ley Federal de juegos y Sorteos. Y Veracruz, para acabar pronto, también es el mayor productor de aves de combate en México y a nivel mundial, con un promedio de 1.5 millones de gallos, con un costo aproximado de 2 mil 250 millones de pesos. Sí es verdad su crianza y alimentación ayuda a otras personas, como los que venden alimentos para estos animales, pues se compran 16 mil 425 toneladas de alimento al año y ello representa un costo de 156 millones 300 mil pesos, y también ganan buen dinero los que producen y comercializan las navajas que atan a los animales para sus peleas, de las cuales se adquieren 250 mil navajas por 27 millones de pesos. Y por todo ello en la entidad se invierten 305 millones 773 mil pesos. Claro, los primeros en protestar son quienes obtienen esas ganancias, pero no quiere decir que esta sea una industria que no puede frenarse, porque los que ganan mucho más son esos galleros, y obviamente, quienes los utilizan para su “sana diversión”, que muchas veces termina en tragedia…
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