Por Edgar Hernández*
Bien se dice que la verdad, al igual que el excremento, siempre sale a flote.
A los repetidos señalamientos de corrupción por el desmesurado costo de “Dos Bocas” -240 mil millones de pesos- con señalada preferencia en contratos para la familia y los amigos, ser la mensajera del dinero de AMLO y no darse cuenta del paraíso del huachicol se suman más acusaciones en contra de Roció Nahle.
Grave, muy grave la denuncia de parte del general Eduardo León Truwitz, ex subdirector de Salvaguardia Estratégica de PEMEX quien acusa a la exgobernadora de “haber usado información estratégica para maximizar el robo del combustible”.
Ello dio lugar a la inmediata respuesta de la mandataria quien más que probar ante la opinión pública la falsedad de la acusación justifica que el general de marras “no me entregó nada de importancia” y sorpresivamente recordar, a modo de defensa, que “durante la pasada administración federal el delito del huachicol fue eliminado por completo”.
Pesa más, sin embargo, el dicho del general Truwitz por el eco nacional e internacional que tuvo su denuncia.
“La actual gobernadora de Veracruz en lugar de actuar para desarticular las redes de robo de hidrocarburos utilizó información para maximizar el robo de combustible en el país”.
Señala asimismo de manera directa a Nahle, entonces designada como próxima secretaria de Energía —en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador—, como la funcionaria “a quien personalmente entregué documentos y análisis sobre el modus operandi del huachicol durante la transición de gobierno, entre septiembre y noviembre de 2018”.
Sostiene categórico:
“Me reuní con Rocío Nahle, confiando en la nueva administración, fui a su oficina de transición ahí en Reforma y llevé muchísima información, creyendo que iba a poder terminar con el robo de hidrocarburos”, dijo.
Según explica Trauwitz, que era documentación oficial, incluida información elaborada con apoyo de la Fuerza Aérea Nacional, sobre cómo se alteraban los sistemas de distribución, dónde se robaba combustible y quiénes estaban involucrados en “las reuniones de los martes y miércoles”.
Nahle, sin embargo, rechaza que el hoy denunciante le haya entregado información “relevante” sobre el robo de combustible, aunque reconoció haber tenido un encuentro con él en el que le advirtió sobre lo "común" que era el robo de hidrocarburos en alta mar y la existencia de los llamados piratas.
¿Piratas?
Pues eso dijo en un menaje de “X”, para luego escapar con:
“El general, quien se desempeñó como titular de la subdirección de Salvaguardia Estratégica en Pemex, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, fue detenido por las autoridades canadienses el 17 de diciembre del 2021, a petición de la Fiscalía General de la República (FGR) que lo acusó de proteger el robo de combustible desde Pemex”.
El distractor, sin embargo, no pudo atajar la relatoría de hechos de Truwitz.
“Todo eso que platicamos brevemente con Nahle, de esas reuniones que hacíamos los martes y miércoles, dónde robaban, cómo robaban, de cómo se alteraban los sistemas, los balances, toda esa información, con documentos, se los llevé.
“Pero no, nunca hicieron nada, yo creo que se quedaron con esa información para poder hacer lo que pasa ahora, para robar, o qué me estás diciendo (…) Para maximizarlo, es que son las evidencias”.
Es que de verdad ¿Las precisiones no tuvieron “relevancia”, tal como afirma Nahle?
El General Brigadier también refirió que, durante la transición de 2018, Nahle y Octavio Romero Oropeza le pidieron a Carlos Treviño, entonces director de Pemex, cancelar los contratos de importación de gasolina de Estados Unidos, solicitud que rechazó el funcionario, un episodio que fue difundido por la prensa.
Al asumir López Obrador el poder, el plan lo llevarían a cabo y ocasionarían el desabasto de gasolina registrado a principios de su sexenio.
“Por eso fue el desabasto de gasolina, insiste el general, porque no se importó la gasolina oportunamente de Estados Unidos, por esta instrucción que, según ellos, dijeron que venía del presidente López Obrador, algo que realmente no creo que haya sucedido», dijo.
¿Eso tampoco tuvo “relevancia”?
Truwitz defendió su inocencia y la de sus ex subordinados sentenciados, y dijo tener confianza en que pronto consigan su libertad.
“Soy inocente, lo he dicho siempre mis colaboradores, a mis amigos cercanos, lo saben, habrá otros que tengan sus dudas, pero muchísimos militares y muchísimos funcionarios de Pemex saben perfectamente bien lo que hicimos”, señaló.
La descalificación despierta las dudas de por qué con la familia de “El Chapo” el gobierno de AMLO fue tan benevolente en 2019 al grado de detener de manera momentánea a Ovidio, hijo de capo, para luego después de ¡Usted disculpe! dejarlo ir después de una fuerte refriega entre militares y narcos.
Ovidio, sin embargo, dejaría el manto protector del régimen obradorista hace unos meses para convertirse en el más importante infidente de los “negocios” de la Cuarta Transformación ante los jueces y autoridades judiciales de Estados Unidos.
Hoy Ovidio es un "Testigo Protegido" dispuesto a cantar y poner al descubierto la relación Gobierno-Cartel de Sinaloa.
¿A quién le creemos pues, a Nahle, al general del Brigada o al “Ratón”?
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |
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