Antes de empezar el tema de las amenazas. Se actualiza, no se rectifica. Hace unos días, cuando se comentó de los curas pederastas en Francia; hoy se sabe que, el número ha aumentado y se sabe de una cifra aproximada fueron unos 330,000 menores los que fueron abusados sexualmente. Sin más comentarios.
En el entendido de que las mañaneras son a modo; al igual que lo son las visitas a los Estados. Incluyendo en la que lo “secuestraron” -a él y a la caravana que lo acompañaba- y no lo dejaron llegar a su reunión del Gabinete de Seguridad…
Cuyos integrantes, entre ellos puro jefazo, como los Secretarios de la Defensa y de la Marina -y todos han de ir en aviones de línea, ajá- que lo esperaron ¡sin poder hacer nada! -pues nada hicieron- lo que es verdaderamente inaudito…
Ni para mandar a nadie para ver qué pasaba, cuando podían ir hasta caminando. Y mucho menos ordenar un cerco, pues se trataba del señor Presidente al que había sido secuestrado; nada más, ni nada menos. ¡Genial! Merece un libro, o mejor una serie de Netflix. Solo de imaginarlo es de sorprenderse que alguien lo creyera…
Hasta la última reunión que llevó a cabo en Puebla, donde no dejaban entrar a la gente que había llegado de tres Estados y por eso abatieron las puertas y entró la “chusma chaira” en desbandada…
Y que a grito y grito no lo dejaban hablar diciéndole que no era cierto lo que decía; que ellos no habían recibido nada con lo del huracán Grace. Y si salió bien librado, fue porque, para no variar, les echó la culpa a los intermediarios, a los que de paso acusó de que se quedaban con la lana…
Y dijo que ya no se les iba a dar nada a través de los líderes, que personalmente se los entregaría un miembro del Ejército -lo que no está nada mal; pero ya los agarró hasta de UBER; y no hay derecho-. Pero de momento acalló; las protestas…
Sin embargo, como que tanto reproche lo hizo pensar que ya no todo el monte es de orégano, o sea, como que ya no muy le creen todo lo que dice. Y por eso, cada vez tiene que estar pidiendo a la audiencia que lo respeten a él, no como persona, sino como lo que representa…
Y ese fue el pueril argumento que esgrimió para no entregar personalmente, como siempre ha sido, la Medalla Belisario Domínguez: “Para no exponer la investidura presidencial ante posibles ataques de legisladores de la oposición” dijo desde el Puerto de Veracruz…
Haciendo referencia a las “amenazas” de la senadora Lily Téllez, quien lo calificó como “un violador serial de la Constitución”, e hizo un llamado a hacerle frente cuando fuera al Senado…
Pero como los veracruzanos tienen fama de hablar con palabras altisonantes, no muy propias que digamos, le vamos a cambiar al término “su vieja”, por el de “su señora esposa”. Pues por ahí se escuchó decir:
Si le tiene tanto miedo a las mujeres, pues que traiga a su señora pa que lo defienda y se aviente un buen round con la Téllez. Finalmente, ya hasta la carga para todos lados y a cada rato sale a defenderlo…
Y no está bien, pues ella tiene que trabajar, para eso le pagan en la Universidad de Puebla y en el Conacyt. ¿O no le pagan?
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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