Me he tomado la molestia los últimos días de consultar a diferentes personas para conocer su opinión respecto a la decisión de las autoridades de poner a los militares a realizar las tareas que han sido desarrolladas por civiles.
Un profesional con rango militar, aplicado en una actividad no castrense, dio una opinión, me sorprendió, expresó que era un error de las autoridades pretender poner a los militares a realizar tareas apartadas de su preparación primigenia, lo militar, deben estar preparados y dispuestos a la defensa de la patria en casos de agresión o conflicto con potencias extranjeras, que pretendan imponer filosofía o métodos laborales para interés de los atacantes, el militar profesional debe estar dispuesto, es la formación que da origen a las fuerzas armadas, estar dispuestos para atacar o defenderse, salir vivos triunfadores, o morir derrotados, defendiendo los intereses nacionales.
Pretenden las autoridades que los militares se dediquen a perseguir delincuentes de diferente actuar, para hacerlo y cumplir órdenes superiores, debe abandonar la esencia formativa que les creó, al intervenir en una lucha contra enemigos, el militar actúa tratando de vencer al enemigo anulándolo, dándole muerte, en ocasiones debe hacer prisioneros, eso no es muy prudente, pues interrumpe su estrategia de acción en combarte, le distrae obligándole a gastos no deseados o disponibles.
Al poner a un militar a realizar tareas de lo civil, debe apartar de su pensamiento las enseñanzas recibidas, al contrario no se le anula matándole, la formación de lo civil da importancia a los derechos humanos de los delincuentes, debe actuar el militar olvidando la formación recibida para actuar en combate, está subordinado a procedimientos no militares y eso les conforma un sentimiento de lucha perdida, alianza con los contrarios, pues el mandato de lo civil le impide actuar como militar a plenitud.
Los cuerpos que conforman las fuerzas militares son precisas, dan a cada uno la función adecuada al procedimiento castrense, fundamental es que la jerarquía sea respetada, el soldado raso recibe órdenes inapelables de quien manda en combate, se cumplen o se cumplen, no hay alternativa en que los derechos humanos del subordinado le impida actuar, puede el superior estar equivocado pero el de rango inferior, como el soldado raso, debe cumplir, de esa fórmula disciplinaria o de actuar, depende que se triunfe en un combate o salir derrotado.
Tienen los militares como disposición básica de combate, el apotegma: “El que manda se equivoca y vuelve a mandar” no hay debate con los subordinados, se hace lo que manda el superior y los subordinados obedecen. La norma militar no puede funcionar a plenitud en las actividades de los civil, para el subordinado es humillante un mandato fuera de orden y para el militar es frustrante no ser obedecido, el triunfo o derrota depende de esa postura. En lo civil las cosas funcionan diferente, se respetan leyes que son tan precisas como las militares, pero pueden ser discutidas o rechazadas por el subordinado que las considera injustas. ¡AGUAS!
Octubre 31 del 2020 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
|