Hace varios meses, por causa del desorden y promiscuidad en las salas de espera, me aparté del IMSS, vivo esperanzado en que con las yerbas que produzco y preparo en laboratorio, mi sistema inmunológico se refuerce, atendiendo respuesta de herbolaria científica logre protegerme de diversas enfermedades, ahora del SARS-CoV-2, más o menos la llevo, con muchas inquietudes y la atención de un buen amigo médico que conoce su profesión y vigila mis dolencias para sobrellevar los achaques de la edad.
Tengo dados de alta a mis trabajadores en el IMSS, pagando por mi cuenta las cuotas obrero y patronal, en atención al derecho que me otorga el pago, pido a los trabajadores que ante cualquier síntoma que acuse el ataque del coronavirus, acudan al consultorio médico del IMSS en urgencias, para que le ordenen el análisis que tanto recomienda el Gobierno y los responsables propalan se atiende con eficacia; atendiendo la propaganda, una de las trabajadoras al sentirse mal, en lugar de ir de inmediato al IMSS, se atendió con médico privado, le ordenó el análisis que resultó positivo al Coronavirus.
Se movió rápido y antier fue al IMSS donde le informaron que no había espacio para ser atendida, recomendándole se presentara ayer, fue muy temprano, al IMSS y se puso en espera para ser atendida, por supuesto con la rutinaria aglomeración, la tal SUSANA no existe en la sala de espera, mortificada después de cinco horas de espera, reclamó, explicando los dolores musculares y de huesos así como fiebre, de mal humor, una empleada le informó que los médicos que atienden el SARS-CoV-2 estaban muy ocupados, que la habían visto en la sala de espera junto con otros pacientes, la empleada le entregó una receta para que se la surtieran, recomendándole observar su condición anémica, si no mejoraba que regresara al IMSS, por supuesto a la sala de espera.
La receta entregada por la empleada contenía sulfato ferroso, según el médico buena para atender la anemia, pero de poco valor para atender su padecimiento de COVID19, la envié a una clínica particular y después de observarla, analizar los análisis y receta del IMSS el médico mostró asombro por lo prescrito en el IMSS, indicando que por su aparente anemia, era recomendable el hierro, pero que para atender en alguna forma, disponible hasta el momento, requería de un tratamiento diferente y para asombro, le recetó una serie de seis medicamentos para seguir un proceso, recomendándole que le llamara por teléfono, si continuaba con las dolencias, no era recomendable salir de casa ni andar en los camiones, el mantendría atención y le diría cuando se hace imperioso asistir a consulta en la clínica, de momento está bajo cuidado familiar y el médico atendiendo por llamada telefónica. Por cierto los medicamentos de alto costo.
Algo está disfuncional en el IMSS, la atención es deficiente, pero la amenaza de propagar el virus afectando a los acompañantes de los enfermos, es asunto muy grave, la tan propalada dispersión geométrica, se da en la sala de espera del IMSS, creo sería conveniente la atención virtual o telefónica, cuidando a los médicos especialistas, para que mantengan contacto vía telefónica y en casos urgentes, el médico asistir en su domicilio al enfermo, las sala de espera del IMSS son una amenaza a todos. ¡AGUAS!
Junio 20 del 2020 lmwolf1932@gmail.com luis Martínez WOLF |
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