Pido mil disculpas a los científicos médicos dedicados a la investigación de los procesos bioquímicos, como el que ahora tiene a todos inquietos, tanto, que se puede hablar de un descontrol mágico, mágico por que los sabios que enfrentan el SARS-CoV-2 no se ponen de acuerdo respecto a si enfrentan un organismo biológico vivo o es una molécula derivada o con la intervención del acido desoxiribonucleico ADN que se comporta bajo patrones bioquímicos o simplemente químicos, esta confusión hace que los científicos se la pasen adivinando, competencia con los magos o taumaturgos.
Al estar pidiendo disculpas por andar de metiche, deseo se me perdone la intromisión en el área biológica, pero mi mayor vicio, además del vino tinto, es el estudio, le entro a investigar y buscar ley de formación a toda clase de asuntos propios de la ciencia en sus diferentes áreas, en este caso me meto en la medicina y biología.
Desde que me sentí posible candidato a caer en las garras de SARS-CoV-2, me puse a buscar fórmulas de solución al problema. Tengo un laboratorio sencillo, pero suficiente para meterme en asuntos de la química, dado que tengo varios años dedicado a la reproducción de plantas, me he metido en la investigación de las propiedades medicinales de algunos componentes de los vegetales, para mi fortuna uno de los libros que repaso, tiene las experiencias del Dr Shumann, investigador en el área de la homeopatía, no sé qué asunto manejaba, pero descubrió que si los componentes bioquímicos eran sometidos durante varias horas a un proceso de agitación termo magnética, se potencializaba muchas veces su efecto curativo, es la razón por la cual, la homeopatía aplica cantidades minúsculas de una substancia curativa, los “Chochitos” en gotas o mezclados con agua o azúcar, experimentan un efecto multiplicador de su afectividad curativa.
Valga aclarar que el virus pandémico que tanto nos inquieta, es una diminuta molécula que está rodeada de puntas, estas agujas terminan en una partícula proteínica denominada “proteina S” tiene la rara virtud que mediante un receptor contenido en la célula huésped, denominado ACE2, fracciona la punta en dos moléculas, S1 y S2, la porción S1 con ayuda del ACE2 logra romper la cubierta protectora de la célula, penetrándola y propicia que el virus al penetrar la célula se reproduzca a niveles de romper la célula, diseminando su contenido por todo el torrente sanguíneo, causa la infección COVID19.
La magia curativa está en impedir que la partícula S1 se una al receptor ACE2, con ello el virus se apendeja y no puede entrar a la célula, es el proceso inmunológico antiinflamatorio que buscan los científicos; metido en esa bronca, yo experimento en mi organismo con un compuesto obtenido hace muchos años por los japonenses, la serratia, un derivado o compuesto de esta substancia es la serratiopeptidasa, magia química que funciona como antiinflamatorio y en alguna forma puede impedir la segmentación de la proteína S (spike) impidiendo que S1 al unirse al receptor ACE 2 penetre la célula, se multiplique y su saturación de compuestos virales y celulares, invada el organismo, causando la infección por invasión de SARS-CoV-2 y partículas celulares diversas.
Tengo 88 años y pico, vale en mi humanidad la experimentación, si funciona, después les aviso el resultado y si soporto los achaques de mi edad. “AGUAS”
Junio 10 del 2020 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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