Mucho agradeceré a los médicos, sobre todo a los expertos en virología, que me den un tapabocas por andar de metiche en asuntos tan delicados como la investigación de los efectos y comportamiento del Coronavirus19, pido mil disculpas, pero el encierro cuarentenario, nos obliga a realizar trabajos en forma obsesiva, uno de ellos es leer, leer de todo si somos aficionados a la lectura, yo lo soy y me he aventado muchas páginas científicas y periodísticas especializadas, en asuntos de medicina, algo se me queda dentro del desorden y opino, pues estoy preocupado por mis seres queridos, yo estoy casi Out, pues mis características generales anatómicas, me condenan a sufrir estragos del Coronador, espero falle, lo estoy estudiando para saber que comer para defenderme, a lo mejor la libro y libro a mis seres queridos.
Les refiero a algunas cosas que he investigado: Resulta que el virus que nos inquieta, tiene la costumbre de convivir con cierta tranquilidad en nuestras células, estas como huésped del Virus, lo reciben y le dan sustento, alimentación y energía, el virus en correspondencia, al buen trato que le da la célula, se porta bien y no le causa enfermedades.
La bronca que enfrentamos es que dentro de la célula, el virus, conformado por el centro genómico de ADN o ARN o combinados de simple o doble hélice, forrados por una capa proteínica y en el exterior por una capa doble de lípidos, grasas, tiene como siempre lo ha tenido, una vida limitada, la célula en este caso actúa como huésped de los corona virus, estos parásitos bien alimentados, se multiplican y en orden con la vida precaria celular, afectan la coexistencia pacífica y la célula se destruye, los virus quedan sin casa y buscan desesperados otra célula que los aloje, tarea normal y fácil, pues viven rodeados de otras células de diferente tipo. Pero…
Resulta que los virus liberados de su tranquilo encierro celular, habían creado junto con la célula un hábitat armónico, al estar sin su huésped, y tratar de alojarse en otras células, se encuentran con la novedad que para entrar pasan problemas y ya dentro de la nueva célula huésped, deforman el metabolismo celular y se arma el desmadre, los virus errantes, deformes, según el metabolismo celular del nuevo huésped, provocan una destrucción de los tejidos celulares y eso, ya es una enfermedad, la que nos tienen locos y no podemos contener, pues los virus de la célula destruida, se dan por millones y andan como locos, buscando una célula huésped que no encuentran, y cuando la encuentran y se alojan, provocan de la célula que les alojó reaccione y muera
Muy hábiles los virus, pero el organismo humano tiene también estrategias de defensa, el sistema linfático es el jefe del estado mayor y uno de sus mejores combatientes es EL BAZO, este no tan pequeño órgano, tiene capacidad para eliminar del organismo las células dañadas por el virus errante, las captura y las elimina vía la orina, el sudor y por donde puede sacar mierda virulenta celular, además, el bazo crea anticuerpos de diferente función y pone a trabajar el sistema inmunológico; es tiempo de que nuestros científicos atiendan el bazo, en su función y metabolismo destructor de la miasma metabólica puede estar el salvavidas, vía vacuna, que nos salve del naufragio. ¡AGUAS!
Abril 18 del 2020 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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