Ni modo, si corro con la suerte de que la partícula de ADN, se cuele en mi organismo con grave efecto, para tenerme postrado con los síntomas de una gripe marca diablo, debo estar consiente que no tengo mayor defensa que imponerme una cuarentena domiciliaria y esperar, esperar que la buena suerte que siempre me ha acompañado, venza los efectos directos y secundarios del CoronaVirus19, pero, dado que soy ateo y tengo plena conciencia en la sabiduría popular, me someto a la tesis humanística-religiosa que establece “NO HAY ATEO TRAS LA TRINCHERA” ante ello y por las pinches dudas, diariamente y en cada ocasión que me despierto, pensando en mi cuate el COVID19 me impongo uno o dos Padres Nuestros, analícenlo y verán la profundidad filosófica humanística y humanitaria que tiene la oración, reconforta.
Ante la forma inhumana con que algunos funcionarios responsables de la salud publica, están actuando y en atención de mis 88 primaveras que ya disfruté, estoy condenado a pasar a mejor vida, si llego a uno de los hospitales donde se está aplicando la tesis de que los viejos ya no sirven para nada, son un estorbo y causa mayores gastos que la gente joven y productiva, ante esa postura, se debe dejar que los mayores de 70 años, se encomienden a su creador y si reciben su ayuda, pueden salir con vida del hospital, nada de gastos médicos en el innecesario proceso para salvar un viejo.
Los respiradores electrónicos son muy escasos y se deben usar para salvar a los jóvenes, pero esos inhumanos e imbéciles verdugos de ancianos, no entienden que los que se mueren son las personas con padecimientos crónicos o alteración de su salud por un metabolismo alterado o deformado, me refiero a los pasados de peso, gorditos, a los diabéticos, a los débiles de su equipo físico, cuentan los años, pero ser viejo no es ser, ni inútil, ni discapacitado, ni debe ser un condenado a morir en el caso de caer en las caricias del CONAVID19.
La pandemia que tiene inquietos a los médicos, investigadores y científicos que laboran incansablemente en sus laboratorios, no ven el Coronavirus 19 como una pandemia fuera de lo normal, puede ser o han sido más graves otras afecciones virales que las hemos podido enfrentar, por contar con la vacuna y actuar con la antelación que dispone la medicina moderna, pero el virus que hoy nos afecta pertenece a una partícula que no se conocía y en ello están estudiando los científicos laboratoristas, los Chinos que gastan increíbles fortunas en investigación, han superado no los efectos del virus, sino su crecimiento exponencial, aplanaron la curva mediante el aislamiento de pacientes y aplicando antivirales como el Ritonavir y Lopinavir que inhiben la proteasa, encima que ayuda al virus a penetrar la célula y multiplicarse dentro del organismo, mientras, tienen más de diez proyectos en desarrollo para producir la vacuna, a lo mejor ya la están aplicando en humanos, superando el protocolo científico que impone dilatadas pruebas, para ellos es sencillo, tienen 1300 millones de chinos para experimentar y parece que les ha dado resultado. ¡AGUAS!
Abril 10 del 2020 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
|