HABÍA ESCUCHADO hablar de su persona e, incluso, alguien me lo presentó en un desaparecido restaurante nocturno de la avenida Murillo Vidal donde solían reunirse funcionarios, empresarios, periodistas, artistas y todo aquél que aspirara a la “política”. La cabaña de Godos por esos tiempos era el lugar preferido para los negocios, la “grilla” y la bohemia, siempre atendido por Godofredo su propietario, y ahí solía llegar Gonzalo Morgado Huesca que, para entonces, aun no era conocido como el célebre “capitán chanclas”, mote que jamás le pregunté por qué se lo impusieron, aunque alguien me comentó que por ser muy comedido con el poder, a tal grado que solía acercarle y colocarle las “babuchas” al Gobernador cuatrienal, Dante Alfonso Delgado Rannauro, personaje al que impidió llegar a la Presidencia Municipal de Córdoba allá por 1976, en el segundo año del, entonces, Gobernador Rafael Hernández Ochoa, lo que motivó que andando el tiempo, cuando el alvaradeño adoptado cordobés asumió la titularidad del Ejecutivo en sustitución de don Fernando Gutiérrez Barrios que, a su vez, fue nombrado Secretario de Gobernación con Carlos Salinas de Gortari, ejerciera una especie de venganza contra quien ahora era su empleado por azares del destino, pues dícese –aunque el hubiera no existe- que si Manuel Carbonell de la Hoz –ex sub secretario de Gobierno con Rafael Murillo Vidal –descartado en 1974 por don Jesús Reyes Heroles como candidato a Gobernador- no hubiera muerto, el sustituto de don Fernando habría sido él.
COMO FUERA, Gonzalo Morgado Huesca fue el Presidente Estatal del PRI más joven que haya tenido ese partido, pues cuando asumió la dirigencia frisaba los 24 a 25 años, y a él le tocó, en 1976 la selección de candidatos a alcaldes, teniendo como secretario general a Eduardo Thomae. Dante aspiraba a ser abanderado por el municipio de Córdoba, siendo, igualmente, muy joven, pero Morgado logró imponer a Juan Herrera Marín que, posteriormente, se tornaría aliado del actual Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares que, por esas épocas descollaba e, incluso, a finales del sexenio hernándezochoista llegó a ser diputado local. El rencor de Dante era evidente, por lo tanto. Morgado –que sorpresivamente ha informado que renuncia al PRI de manera irrevocable e innecesaria- se pensaba que tendría una carrera triunfante, lo mismo que otros muchachos de aquellos tiempos como Tomás Montoya Pereira que se inscribió en la historia como el alcalde más joven de Catemaco, aunque muchos decidieron hacer “grilla” local como Carolina Hernández Pinzón, Carlos Brito Gómez, poderoso subsecretario de don Rafael; el bien recordado Guillermo Héctor Zúñiga Martínez; Carlos Domínguez Millián, Abel Cuéllar Morales, a diferencia de Miguel Ángel Yunes Linares, José Luis Lobato Campos y Carlos Padilla Becerra que se fueron a probar suerte a la capital del País. Morgado, mientras tanto, y quien actualmente rosa los 70 años, se enfocó en trabajos dentro de la Administración Pública donde fue Contralor Interno en la Secretaría de Finanzas y Planeación, Gerente Regional de la Financiera Rural. Director Administrativo de la Secretaría de Gobierno, además de diputado Local y Federal en dos ocasiones, Presidente Municipal de Martínez de la Torre y Delegado del ISSSTE.
ES POR ello que llama la atención su, de pronto, espectacular anuncio de que renuncia irrevocablemente al PRI, para intentar formar otro partido, lo que a los casi 70 años, cuando ya debería estar atendiendo a sus nietos, resulta un atrevimiento o audacia sin sentido. En efecto, militó más de 45 años, pero su salida no provoca un cisma, y no porque se le reste importancia, por el contrario, sino porque en estos momentos el Revolucionario Institucional –apelando al lenguaje de la lucha libre- “se encuentra en la lona”, a tal grado que da lo mismo remover o no al ex alcalde Américo Zúñiga Martínez o dejarlo que siga haciendo como que trabaja en el edificio de Ruiz Cortines y Francisco Moreno. Lo de Morgado es, sin duda, una manera de llamar la atención con aquello de que el Movimiento de Regeneración Nacional está acaparando a los arrepentidos, porque de otra forma renunciar para formar otro partido requiere tiempo, dinero y mucho esfuerzo, y como que no suena congruente a su edad, salvo que atrás de él haya alguien muy poderoso interesado en formar otro instituto sabedor de que el Revolucionario Institucional ya no se levanta ni con “Sildenafil”, ese fármaco que, según dicen, restaura el apetito sexual, dando nombre a una organización priista que en plena campaña renunció al “tricolor” para asumirse panista, mejor conocida como “los viagros”, por aquello de que la militancia viene de aquellas épocas, cuando Morgado fue mandamás del PRI y Carlos Brito Gómez el vice gobernante.
ALGUNA VEZ invitados por el Gobernador Dante Alfonso Delgado Rannauro a una gira por el Norte del Estado, concretamente en Tihuatlán donde pondría en marcha un frigorífico, junto con algunos colegas viajamos en el autobús que transportaba al mandatario. Gonzalo Morgado Huesca iba entre la comitiva, pues ya trabajaba para quien había sido su enemigo en el Hernándezochoismo. Llegamos al lugar del evento y Dante bajó primero –a diferencia de don Fernando Gutiérrez Barrios que siempre lo hacía al final para darse su “manita de gato”-, y atrás de él, Morgado siempre solícito de cuya mano colgaba un elegante maletín. Dante volvió, entonces, la mirada a su colaborador y le espetó: -¿Quién te dijo que bajaras el maletín, Gonzalo, quien te dijo? A lo que el ex Presidente del PRI Estatal respondió: -bueno, lo bajé por si necesitas algo Gobernador-, y Dante alzó la voz: -sube ese maletín, Gonzalo, sube ese maletín-. Pero ya en plena reunión, con Morgado Huesca a un lado, Delgado Rannauro vuelve la vista y le dice a su colaborador: -pásame el maletín Gonzalo- y éste responde: -lo dejé en el autobús señor- a lo que el Gobernador levanta la voz: -tráeme el maletín, ¿quién te dijo que lo dejaras?. Contigo no se puede-, lo que provocó las risas de los reporteros que habíamos escuchado la instrucción primera.
EN FIN, así era Dante con Morgado Huesca, aunque entendimos que se trataba de una venganza que el propio ex gobernador sintió en carne propia por parte del Presidente Ernesto Zedillo por abandonar las filas del PRI, y por expresarse con soberbia en contra de quien era en ese tiempo el titular del Ejecutivo, “aiga sido como aiga sido”, represalia que ejercieron en su tiempo Patricio Chirinos Calero y Miguel Ángel Yunes Linares llevándolo a prisión por instrucciones de Los Pinos, aunque finalmente este año parecieron hacer las paces, pues de otra forma no se explica que el cordobés-alvaradeño haya apoyado como candidato a Gobernador al hijo de su archienemigo. Esa es la política a la mexicana, y como dijera don Rodrigo Díaz de Vivar a Alfonso VI: “Muchos males han venido por los reyes que se ausentan... y el monarca le contesta: Cosas veredes mio Cid, que farán fablar las piedras. OPINA carjesus30@hotmail.com
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