Siendo chavo de aprox. diez años, iba colgado en un camión cargado de costales con grano, en un bache el camión se desequilibró y botó los sacos sobre mi humanidad, quedé aprisionado por los sacos, sufriendo por estar entrampado con posibles fracturas, el chofer y algunos ayudantes, retiraron los sacos, ya libre me sente llorando por los duros golpes, el chofer pidió ayuda y expresó ¡Llamen a la cruz Roja!, palabras mágicas, sin mayor impedimento me levanté y salí corriendo. El sólo saber que me llevarían a la Cruz Roja, me espantó, sabía que ahí martirizaban a los heridos, causándoles mayores daños que los sufridos en un accidente. Mala fama de la Cruz Roja.
Hoy necesité ser atendido de urgencia para que se me realizaran unos análisis, el médico me recomendó ir a la Cruz Roja, afirmando que proporcionaban un magnífico servicio a precios razonables, recordando lo que sabía por malas versiones, me resistí, pero fui convencido por mi esposa que me acompañó al sanatorio. Sorpresa me llevé al llegar a la clínica de Diaz Mirón, desde la atención del cuida-coches que me dio espacio para estacionarme hasta lo que vi después, me obligan a pronunciar una súplica de disculpa por la mala impresión que tenia de la Cruz Roja. La atención que me brindaron fue pronta y de buen talante, en poco tiempo me pasaron al cubículo de extracción de sangre para análisis y en menos de una hora estaba fuera, y en espera de recibir el resultado de los análisis que será en aprox. tres horas. ¡INCREIBLE!
Soy derecho habiente del IMSS, he pagado cuotas por muchísimos años hasta completar el tiempo para jubilación, pero como patrón le continúo pagando cantidades significativas. Tengo derecho, pero como derechohabiente estoy Out, pienso al igual que muchos demandantes que el IMSS es una vergüenza como sanatorio, no sana ni a los saludables no enfermos; aclaro, los sanos se enferman asistiendo a los “sanatorios” con pésimo servicio que mal dan en el IMSS.
En varias ocasiones he manifestado a los médicos del Instituto las fallas que fácilmente podrían ser corregidas, es imposible intervenir, pues el manejo político administrativa no permite que intervengan personas que puedan coartar su derecho a disfrutar el presupuesto del IMSS a favor de su hacienda particular.
Sin dármela de experto en servicio médico, comparar lo que vi en la Cruz Roja el día de hoy con lo que he tenido que sufrir en el IMSS, indigna; no es justo que en entidades médicas cuya función principal es el servicio social, una, de un nulo o pésimo servicio y la otra, la Cruz Roja sea una entidad orgullo de quienes la administran para satisfacción plena de quienes demandamos servicio.
Para atención de mis males, necesité ir al Hospital Angeles de CDMX, un encanto de servicio y atención, todo en orden, limpio y con servicio inmediato, muy caro, si se puede pagar, vale la pena. Pero para asombro de los pacientes de todo tipo, la clínica de la Cruz Roja de la Av. Diaz Mirón no pide nada a las clínicas privadas de muy alto precio.
Alguien, algún día, obligará a los administradores del IMSS a darse una vuelta por la Cruz Roja, se avergonzarán en la comparación, como servicio social en escala de uno a diez, el IMSS es 3 y la Cruz Roja merece un 9, sin sobre halagar sus méritos. ¡AGUAS! Septiembre 8 del 2010 lmwolf@prodigy.net.mx Luis Martínez Wolf |
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