Califican los ciudadanos de pueblos desarrollados, esos que se autonombran de primer mundo, que la cultura y desarrollo de los puebles se dimensiona en función de los pordioseros que deambulan en sus calles y en el número de topes que se plantan en las calles y carreteras, creo les faltó agregar o incluir para la calificación el número de baches que se forman en calles y avenidas de la ciudad. Atendiendo ese criterio, Veracruz y Boca del Rio rebasan la calificación de tercermundistas, incultos y subdesarrollados, para colocarnos en la posición de países paupérrimos, tenemos el agravante que el potencial para calificar debe incluir además del producto interno bruto la empleomanía.
La zona conurbana es rica, hay desempleo por los migrantes que nos llegan de otras partes del país, son seres desposeídos que buscan trabajo, pero nadie sabe en qué nivel se les puede ubicar, solo saben ser peones, atendiendo ordenes de un superior, cosas sencillas, fuerza bruta puesta al servicio de los poderosos. Una gran parte de esos migrantes se dedican a pedir limosna o a robar en escala de pequeños hurtos para subsistir, mal se pone la cosa cuando son empleados de los cárteles o traficantes de drogas, seres sin mayor responsabilidad hacen cualquier cosa para poder subsistir. Algunos son indocumentados centroamericanos.
Me refería en un principio el grado de subdesarrollo en que la zona conurbana ha caído, transitar con un automóvil por las calles apartadas del boulevard, es arriesgar las llantas y la suspensión de los carros, hay hoyancos, no cárcavas o pequeños baches, caer en una de estas trampas es muy grave, por el alto costo de reparación del vehículo.
Dramático, inhumano es ver los muchos pordioseros apostados en las vías más transitadas, no se quien les ha aconsejado que pintando su cuerpo con barniz grasoso plateado recibirán mejores limosnas, con seguridad enfermarán al estar varias horas tocando un sonsonete tambor y extendiendo la mano suplicante de ayuda, algo reciben, pues se han multiplicado por toda la ciudad, lo más triste es ver a estos pintarrajeados acompañados de una mujer que puede ser la consorte y pequeños chavales que extienden la mano a los automovilistas, ayudarles es impulsar la formación de muchos otros tamborileros limosneros, además una mayoría de estos desvalidos proceden de otras regiones del país, mucho necesitan los locales y los ponemos en competencia con fuereños.
En la confluencia de Rafael Cuervo y Circunvalación siempre hay limosneros, pero lo que hoy me tocó ver es para llorar, con el sol del mediodía quemando la piel, un tamborilero pintado con barniz plateado se hacía acompañar por su compañera y cuatro pequeños de no mas de cinco o seis años., pidiendo ayuda, limosna. Alguien debe de hacer algo para apartarnos de este quintomundismo, es una miseria humana no poder ayudar a estos pedigüeños, pero deben ser las autoridades las que pongan fin al drama, en alguna forma ayudar a estos desvalidos. ¡AGUAS!
Agosto 23 del 2018 lmwolf@prodigy.net.mx Luis Martinez Wolf |
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