Más o menos cuando cumplí 50 años, mi hermano mayor, que no es oculista, me aconsejó que me comprara unos lentes para leer mejor, como soy un irresponsable lector, que lee de todo y a todas horas, con poca o mucha luz, acompañe a mi hermano al mercado y después de probarme varios lentes, escogí los que me gustaban más y me permitían leer mejor.
Desde que me compré esos primeros lentes para lectura, hace más de 35 años, compro lentes en el mercado, mi optometrista es el comerciante que los vende, quien emplea como instrumentos de medición, el NOTIVER del día y un espejo, desde hace 20 años compro dos pares, unos para leer y otros para ver a distancia, la paso muy bien y cada día he sido más exigente, afortunadamente, el mercado está siempre a la dernié, tiene lentes Jean Pateau, Nike, Loren y muchas otras marcas, por causa de la globalización económica y la inflación, últimamente se han puesto un poco caros, a pesar de que soy cliente, debo pagar hasta 35 pesotes, si son polarizados 40.00 MN. Ni modo, todo sea por ver bien y verse bien.
Mi esposa, que es una compradora compulsiva, me trae loco insistiendo en que debo ir a una óptica de prestigio, pues puedo dañarme la vista por comprar lentes chafa “Made in China”, hace varios años le hice caso y fui con el optometrista, por el examen me cobró 350.00, además me ensartó una armazón de 1600 pesos y debí pagar otros 1400 por las micas, total, desembolsé la bonita suma de $3350.00, el equivalente de 111 pares de lentes con los que siempre había leído muy bien.
Nunca pude ver bien con los lentes que me vendieron en la óptica y debí regresar con mis viejos amigos del mercado, mi mujer contraatacó, me tildo de viejito anticuado insistiendo que fuera a otra óptica, acepté su apremio y fui a la D… en el centro, muy bien montada, limpia y elegante, después del amable trato de una guapa dama que supongo es optometrista, me sometí al examen “Gratuito”, después de la calibración óptica, me recomendó una armazón flexible de titanio y unas micas de graduación variable, para ver de lejos y de cerca, me convencieron los argumentos de la bella dama y pague la pequeña suma de $4800.00, lo mismo que 160 pares de lentes que compro en el mercado.
Al probarme los lentes entregado por la optica a la semana siguiente, le dije a la vendedora que veía muy mal, los lentes de variación hacían que viera mal de cerca y peor de lejos, la dama me indicó que los usara una semana que era cuestión de acostumbrarme. Una semana después, peor, no puedo manejar pues los anuncios en carretera no puedo leerlos a 100 mts. de distancia, ni modo, me amolé, pues aunque pienso ir a la PROFECO, vulgo carabina de Ambrosio, sé que al final deberé usar mis lentes del mercado, como ya lo hago, pero pagando el altísimo precio de $50.00 ¡AGUAS!
Junio 25 de 2018 lmwolf@prodigy.net.mx Luis Martínez Wolf |
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