MAS ALLA de campañas electorales, debates o enconos opositores –que por estas fechas se acentúan-, lo cierto es que además de la inseguridad que lacera a los gobernados, en Veracruz el crecimiento económico se encuentra estancado y, por ende, no hay empleos disponibles que permitan a la población ocuparse en condiciones de formalidad, con prestaciones y percibiendo un salario mínimo, lo que invariablemente incide en la seguridad. Y es que según expertos: la ausencia de crecimiento y presencia de elevado desempleo es un problema tanto económico como social, pues por una parte constituye un despilfarro de valiosos recursos y, por la otra, es una fuente de enormes sufrimientos ya que los trabajadores desempleados tienen que vivir con una renta menor o totalmente sin ella, lo que conlleva a dificultades económicas que afectan sus emociones y la vida familiar, lo que trae consecuencias en la convivencia doméstica. Y no se trata de solo criticar sin sustento o por fregar al vecino: Y es que de acuerdo al Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (Itaee) correspondiente al trimestre Octubre-Diciembre de 2017 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares todos los indicadores económicos fueron negativos, al grado que Veracruz se encuentra en una grave recesión económica, la que ocurre cuando el crecimiento del Producto Interno Bruto es negativo de forma consecutiva durante tres trimestres, en pocas palabras, el Estado no creció en todo el 2017 y, por supuesto, sigue estancado, lo que podría engendrar depresión económica.
SEGÚN EL reporte de Inegi, a la par que el crecimiento económico registra un -3.2 por ciento, hubo decrementos en actividades de minería, generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos, construcción e industrias manufactureras, de tal suerte que Veracruz se colocó como la cuarta peor economía a nivel nacional para el cierre del cuarto trimestre de 2017, pues logró sólo -3.2 por ciento, cuando la media nacional fue de 1.4 por ciento de crecimiento en su PIB. Con base en el estudio, la mayor contribución a la economía de Veracruz fueron las actividades primarias alcanzando 5.5 por ciento, ubicándose en el puesto número 13 de 32 entidades evaluadas. En contraparte, la peor contribución económica a la Entidad fue la actividad secundaria con -13.2 por ciento que se ubicó en la penúltima casilla, sólo por arriba de Oaxaca con 13.7 por ciento. Y no se necesita ser Adam Smith, tutor de la economía clásica, o Richard Cantillon, padre de la economía moderna para determinar que el crecimiento del Producto Interno Bruto es crucial para una economía, ya que un aumento del mismo refleja incremento de la actividad económica. Si ésta repunta, significa que el desempleo tiende a reducirse y que la renta per cápita aumenta. Esto a su vez redunda en el crecimiento, ya que los agentes económicos se inclinarán más a gastar en lugar de ahorrar. Además, tras un aumento del PIB, los ingresos fiscales del Estado tienden a elevarse puesto que éste recauda más y, por tanto, el Estado puede destinar esas cantidades a partidas de gasto en beneficio de todos.
LAMENTABLEMENTE EN Veracruz las actividades económicas secundarias, aquellas que se dedican a la industria transformando productos primarios en manufacturas que luego son comercializadas en el mercado interno o exportados a otros países se encuentran estancadas, y en relación a la actividad terciaria el Estado obtuvo un crecimiento de 1.6 por ciento, también por debajo de la media nacional que fue de 2.4 por ciento, ubicándose en el puesto 19 de 32; la Entidad mejor calificada –según Inegi- fue Colima con 7.4 por ciento. Las actividades terciarias son las que se encargan de distribuir los bienes producidos por actividades primarias y secundarlas, así como de prestar diversos servicios; entre ellas están el comercio, actividad en la que se intercambian mercancías a través de la compra y de la venta. Por otro lado, de acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS, Veracruz registró 727 mil 666 trabajadores en Enero de 2017, y pasó a 739 mil 224 para enero de 2018, esto es, apenas 11 mil 558 empleos formales temporales producto de algunas pequeñas obras y la contratación de trabajadores de la construcción, cuando lo que se requiere por presión demográfica, es crear 70 mil empleos anuales aproximadamente.
A PARTIR de los datos duros que ofrece Inegi, es posible concretar que en materia de empleo, un tema toral para la estabilidad de la Entidad dado el alto índice delictivo y de inseguridad que padece la geografía veracruzana –tráfico de enervantes, secuestros y extorsiones, así como robos y asaltos a comercios, camiones de carga y casas habitación-, la economía del Estado pasa por uno de los peores momentos de su historia. Los indicadores económicos revelan que en 2017 Veracruz entró en plena recesión económica, y esto trae repercusiones importantes en materia de seguridad, de migración, de pobreza y desempleo, lo que no es entendible en una economía tan fuerte y con tantas potencialidades, además del presupuesto aprobado para el gobierno estatal este año que tuvo un incrementó en casi 10 por ciento en relación con 2016 gracias al respaldo de la Federación, el cual asciende a 113 mil millones de pesos, 92 mil para el Estado y 21 mil para los municipios, instrumento fundamental pero que mal administrado no ha servido para reactivar e impulsar la economía y el crecimiento de Veracruz.
SI A lo anterior se suma que el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares ha recuperado infinidad de bienes que había saqueado el ex gobernador en prisión, Javier Duarte de Ochoa –vinculado este domingo a proceso por delitos que le imputa la Fiscalía Estatal- por miles de millones de pesos, uno no se explica que está sucediendo, entonces. Y es que apenas en Abril pasado, el mandatario informó que la PGR entregó a su gobierno la posesión de cuatro departamentos ubicados en la Torre Pelícanos en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río con un valor de alrededor de 50 millones de pesos, además del rancho ubicado en Valle de Bravo, Estado de México; El Faunito, en Fortín, donde prevé instalar un centro de investigaciones para la protección de recursos naturales; la casa de Tlacotalpan, obras de arte confiscadas, 760 millones de pesos recuperados y otros muchos millones más que rebasan los 1 mil 250, y acaso por ser tiempos electorales el mandatario debería informar con puntualidad en qué se han aplicado peso a peso esos recursos para evitar dudas y acaso argumentos a la oposición, ya que el crecimiento del Estado sigue estancado y en recesión económica, y eso no es bueno para los veracruzanos ni para su gobierno que busca dejar un sucesor a modo. Así de simple. OPINA carjesus30@hotmail.com
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