Ignoro el limite de tolerancia de los veracruzanos, lo que está sucediendo en nuestro heroico municipio merece una quinta H, h de holocausto, la cosa está que arde, los impuestos y una serie de alcabalas que imponen con iniquidad los representantes de la autoridad, nos tiene al borde de una violenta agitación, por lo pronto en el restringido ámbito de cafés, cantinas y en el hogar, pero la indignación popular puede pasar de la protesta de pico, a las manifestaciones de rebeldía varia.
Los veracruzanos somos dueños de nuestra ciudad, nombramos por elección a políticos para que administren, pero el sentido democrático ha sido sustituido por actitudes prepotentes, dictatoriales, fasistoides de personajes sin sentido real del arte de gobierno, solo ven en los puestos públicos la posibilidad de enriquecimiento, desde esa postura agreden a la ciudadanía con medidas y acciones apartadas del honor y la honradez, cualidades que deben ser consustanciales a todo gobernante.
|Debo aclarar para no caer en exposición injusta, cuando me refiero al gobierno municipal, no hablo solo del Alcalde, a el apenas le estamos conociendo, al decir gobierno municipal me refiero al cabildo entero, a los directores y jefes de área, muchos de ellos llegan al cabildo con la insana intención de lucro para enriquecerse o llevar la vida de dispendio que vemos en muchos funcionarios públicos.
El desorden, insalubridad y abominable espectáculo en los bellos paseos de playa y malecones derivado de la invasión por miles de vendedores ambulantes no es un suceso derivado de la necesidad que tienen muchos mexicanos de ganarse la vida honestamente mediante el autoempleo derivado del comercio, ¡NO! es una escalada bien organizada por un contubernio creado entre empresarios de fuera de nuestro puerto, campesinos que buscan trabajo en la ciudad y lo peor de este vituperio, las autoridades locales, vía los regidores del ramo y los delincuentes inspectores de comercio, prohíjan la invasión, deteriorando la buena imagen de Veracruz, todo realizado bajo la beatífica sonrisa del Alcalde.
El desorden en las obras públicas, no lo merece un ayuntamiento como el de Veracruz que tiene un ingreso líquido superior a los 1400 millones de pesos anuales, la corrupción, la empleomanía improductiva y la ignorancia respecto a la función política de quienes gobiernan, han dado al traste con las expectativas de los ciudadanos cuando eligen a sus gobernantes, la acción persecutoria de transito alcanza niveles alarmantes, los ciudadanos viven atemorizados, se les detiene y extorsiona sin causa o por nimias faltas, los parquímetros son medida indignante, siempre bajo la amenaza de autoridades que han elevado las multas, no para corregir desorden, sino para permitir el incremento de la extorsión a los ciudadanos.
Hoy se dio una escandalosa denuncia de los locatarios de los mercados públicos, están inundados de mierda y nada se hace para resolver esta letal situación, lo menos que puede responder el cabildo, es aclarando que ese viejo problema solo tiene solución cerrando los mercados por un año y aplicando una millonada para dejar fincionales los drenajes de aguas residuales y desagüe de las aguas pluviales y eso… está muy difícil, pero hay que hacerlo, cueste lo que cueste. ¡AGUAS! Mayo 18 del 2018 lmwolf@prodigy.net.mx Luis Martínez Wolf |
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