El bienestar de la familia marítima padece las consecuencias de un modelo de gobierno que afirma con sus actos que no es posible crear una Marina Mercante auténticamente mexicana, se fomenta y promueve que empresas extranjeras o barcos con bandera extranjera operados por empresas mexicanas realicen el servicio que sin mayores problemas se podría satisfacer por empresas auténticamente mexicanas operando barcos que enarbolen el pabellón nacional.
Apoyada su acción en leyes decretadas a modo de que se facilite o legalice el despojo a la nación, se argumenta por parte de las instancias gubernamentales que la incapacidad financiera y técnica de las empresas mexicanas limitan la constitución de las empresas u organismos idóneos que impulsen el desarrollo marítimo, por otro lado dentro del marco del T.L.C. se imponen una serie de patrañas que justifican las antipatrióticas acciones de los funcionarios de S.C.T. de la Secretaría de Energía, de PEMEX ahora de SEMAR. Para estas dependencias u organismos el país sólo puede tener sostén si entregamos nuestros recursos y capacidad productiva a las empresas extranjeras, que ellas sí, respaldadas por sus propios gobiernos o con el empleo de banderas de conveniencia de países tercermundistas, convertidos en paraísos fiscales, facilitan la piratería internacional llamada eufemísticamente "globalización económica", procedimiento que al dejar libres las salvajes fuerzas del mercado, fortalecen a los poderosos, convirtiendo a los más débiles en esclavos subordinados a los oligarcas neoliberales.
PEMEX, de ser una potencia en el ámbito marítimo, prácticamente autosuficiente en el manejo de sus productos, ha pasado a ser, merced a la tolerancia oficial y respaldados sus actos por nuestra absurda legislación, repito, ha pasado a ser, una empresa totalmente dependiente de los extranjeros proveedores de servicios, los cuales se llevan del tesoro nacional una cantidad indeterminada de millones de dólares que causa una sangría a la nación por concepto de fuga de divisas y captación de impuestos directos e indirectos de una cantidad estimada en hasta 15 mil millones de dólares. PEMEX, o la Secretaria de Energía da, entre otras absurdas razones, las siguientes justificaciones:
a).- PEMEX no dispone de los recursos financieros para la compra de la flota de barcos
b).- PEMEX contrata servicios de más de 350 embarcaciones de diversas categorías.
c).- PEMEX ha reducido su flota propia, entregando contratos de servicios a empresas extranjeras, contratos que niega a navieros mexicanos, caso concreto el absurdo contrato de almacenamiento de crudo a Modec por 10 años renovable.
Los marinos mexicanos creemos en la bondad de nuestras leyes e instituciones, hace más de 100 años, nuestros constituyentes tenían confianza en un México cuyas riquezas naturales contribuirían a su desarrollo, con diversos cambios y buenas intenciones, aun creemos que se puede. ¡AGUAS!
Enero 15 del 2018 lmwolf@prodigy,net,mx Luis Martínez Wolf |
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