NO ES secreto que varios ex alcaldes –sobre todo de filiación priista- podrían terminar en prisión en los meses por venir, algunos porque en realidad robaron o violentaron la confianza de la sociedad, otros por desvíos o incumplimiento del deber, y no escaparán aquellos que representan un peso político específico en ciertas regiones, a quienes por lo menos denostarán para atajarlos en el camino hacia una diputación local o Federal. La guerra de lodo está por venir, aunque, se aclara, el Estado no debe perdonar y mucho menos negociar con quienes se burlaron de la sociedad, usando recursos públicos en beneficio personal, y casos abundan en Los Tuxtlas –con San Andrés y Catemaco a la cabeza-; en el norte de la Entidad con Tuxpan, Poza Rica y Papantla como ejemplos, y qué decir del sur con Minatitlán y Coatzacoalcos por solo citar algunos casos. Lo grave del asunto es que infinidad de ex alcaldes corruptos buscan refugio donde pueden, y lo más socorrido en estos momentos es el virtual candidato del PRI al Gobierno del Estado, José Francisco Yunes Zorrilla, a quien ya buscan por todos los medios para sentirse protegidos, algo en lo que debe tener cuidado Pepe Yunes si quiere reconquistar cierto voto perdido por culpa de corruptos de la pasada administración Estatal encabezada por Javier Duarte de Ochoa –y secuaces-. Si el oriundo de Perote no depura la lista de seguidores haciéndola selectiva y sacando la vuelta a todo lo podrido, su campaña terminará por ser contaminada y repudiada. Debe, por lo tanto, ser muy cauto en el equipo de campaña que le acompañe, rechazando a quienes le causan más perjuicios que beneficios, ya que los gobernados están hartos de corrupción y de corruptos
EN EL análisis que iremos realizando de los alcaldes más evidenciados por el mal gobierno, resalta el de Coatzacoalcos, con Joaquín Caballero Rosiñol, quien de acuerdo a los sucesores dejó las arcas de ese municipio tan saqueadas que es probable que las fiestas del carnaval sean suspendidas. Coatzacoalcos no solo es considerado como foco rojo en materia de inseguridad en el ámbito nacional, sino también en rubros como la transparencia, honestidad y eficiencia en el manejo de los recursos públicos, y cuyo ex alcalde –en el amañado proceso de entrega recepción- no pudo explicar al sucesor, Víctor Manuel Carranza, surgido del Partido Movimiento de Regeneración Nacional, cuál ha sido el destino final de los más de 4 mil 500 millones de pesos que pasaron por sus manos en 48 meses, y mucho menos porque se dispararon robos, asaltos, secuestros, levantones y asesinatos en el antiguo Puerto México, sobre todo porque tuvo respaldo para pagar a su policía y, al parecer, recortó salarios y prestaciones de los elementos poniéndolos a merced de la delincuencia.
POR ELLO DICEN que al terminar la nefasta administración municipal, los ex alcaldes Iván Hillman Chapoy y Marcos César Theurel Cotero podrán dormir tranquilos, porque pese a sus yerros, Joaquín Caballero los ha superado y de manera escandalosa. El ex jefe edilicio que por un lado jura ser un soldado leal del mandatario Estatal, Miguel Ángel Yunes Linares y, por el otro, instruye a sus pocos aliados a sumarse al proyecto del abanderado del PRI a la gubernatura, José Francisco Yunes Zorrilla, abandonó Coatzacoalcos antes de la media noche del 31 de Diciembre, dejando en sus entrañas una estela de dolor por haber sido omiso en su deber legal de procurar seguridad para sus representados. Peor aún, ha hecho correr la versión de que con el padrinazgo de José Francisco Yunes Zorrilla será candidato del PRI a la diputación local o Federal, ya que sin su apoyo el de Perote no es nadie en la zona sur. Y mientras eso sucede, desde aquella ciudad y puerto, empresarios y comerciantes, proveedores de bienes y servicios protestan por millonarios adeudos documentados que el munícipe contrajo, y que por sus vísceras no liquidó. Basta leer al informado columnista sureño, Roberto Sosa González cuando dibuja de cuerpo entero al ineficiente Presidente Municipal, al exponer que: “hace poco menos de cuatro años, el aún alcalde Joaquín Caballero Rosiñol culpaba a su antecesor de dejarle un desastre financiero donde, de pilón, debía pagar daños y perjuicios millonarios por el cierre indebido de un taller mecánico”; Marcos Tehurel Cotero revelaría: “mi sucesor es un mentiroso, el taller lo cerró él cuando fue titular de Obras Públicas. Yo le dejé una nómina de 29 millones y él en un par de meses la elevó a 36; yo le dejé finanzas sanas; es el alcalde que más recursos ha recibido en la historia de la ciudad. En el primer año de gestión recibió 1 mil 348 millones de pesos, pero gastó 1 mil 610, lo que significa un sobregiro de 262 millones de pesos”. Nunca hubo respuesta o aclaración. Y uno se pregunta: ¿qué dirá ahora Víctor Manuel Carranza Rosaldo, a quien aparte de la deuda a proveedores, Caballero Rosiñol le deja adeudos de salarios y prestaciones al personal de confianza, así como a Bomberos, Protección Civil y DIF Municipal?, aunque nos atrevemos a preguntar: ¿Qué dice Pepe Yunes de esa fichita que se dice protegido por él, y que asegura que no solo será diputado –local o Federal- sino que, incluso, el Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares no podrá hacerle nada ya que en tiempo y forma le brindó cualquier tipo de apoyo solicitado?. La realidad es que si esos serán los candidatos del PRI a diputados, no se augura nada bueno a ese instituto a cuyo abanderado le urge sacudirse el sino de la corrupción que le heredó Javier Duarte de Ochoa. Así de simple…
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NO LO decimos nosotros sino las cifras preliminares del
Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) que en los días por venir dará a conocer el reporte de incidencia delictiva del pasado mes de diciembre: que de Enero a Noviembre de 2017 hubo 23 mil 100 mil homicidios dolosos en el País, lo que representa 4 mil 400 casos más que en el mismo periodo del año anterior, y que de ese total, el 66 por ciento de esos ilícitos fueron cometidos en Estados y municipios gobernados por PAN, PRD y MC, los partidos que integran la coalición “Por México al frente”. La misma fuente señala que, también, hubo un crecimiento exponencial de otros delitos como la extorsión y el secuestro, robos de autos, a casa habitación y transeúntes, desapariciones, levantones, pero las cifras más alarmantes son las de homicidios dolosos, ya que por cada 100 mil habitantes aumentó hasta en 445 por ciento. Insistimos, lo dice el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), y nosotros solo informamos. OPINA carjesus30@hotmail.com
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