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XALAPA.- A diez días de las inundaciones registradas en la zona norte de Veracruz, las comunidades más afectadas continúan solicitando la intervención de las autoridades estatales y federales para restablecer las vías de comunicación y atender las pérdidas agrícolas que, para muchos, representan su principal fuente de sustento. Ante la falta de respuesta inmediata, los propios pobladores se organizaron para retirar escombros e improvisar pasos provisionales que permitan el acceso de víveres y medicinas. Y es que, en la Huasteca veracruzana, los deslaves y carreteras colapsadas han dejado incomunicadas de manera parcial a varias comunidades, donde los daños provocados por las lluvias siguen siendo evidentes más de una semana después del desastre. En localidades como Hueycuatitla, municipio de Benito Juárez, el río Vinazco se desbordó arrasando con caminos, postes eléctricos y sembradíos. Los habitantes aseguran que la creciente del afluente fue tan fuerte que destruyó parte del tramo carretero que conecta con Ixhuatlán de Madero, dejando aisladas a decenas de familias durante más de cinco días. “Mi milpa se perdió por completo; el agua se llevó todo. Ahora sólo hay piedras y lodo seco donde antes sembrábamos”, señaló Luisa Hernández de la Cruz, una de las damnificadas, quien muestra con resignación el terreno devastado donde antes cultivaba maíz. Las lluvias, que iniciaron el 6 de octubre y se extendieron hasta el 11, provocaron el reblandecimiento de los cerros, generando deslizamientos de tierra en varios puntos de la región. Toneladas de lodo bloquearon caminos rurales, dificultando el ingreso de vehículos con ayuda humanitaria. Sin embargo, las comunicaciones siguen siendo precarias, ya que varias antenas de telefonía colapsaron por los derrumbes. Mientras tanto, siguen esperando la ayuda del gobierno.
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