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XALAPA.- A pesar de los intentos del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, por minimizar la gravedad de la situación de seguridad en el estado, la realidad termina por desmentir sus afirmaciones. Inclusive hoy por la mañana, y a través de su cuenta de Facebook, el mandatario veracruzano intentó presumir que van “19 días sin homicidio doloso”, asegurando que esto se debe “gracias al trabajo en equipo que llevan a cabo junto a las fuerzas federales y fiscalías”. No obstante, la realidad es que Veracruz, bajo su mando, sigue padeciendo la inseguridad en distintas modalidades. En respuesta a la desaparición de una maestra en Minatitlán, al sur de Veracruz, García afirmó que se está atendiendo la denuncia de manera rápida e institucional. Sin embargo, las palabras del mandatario estatal no pueden ocultar la preocupante realidad que enfrenta Veracruz en materia de seguridad. A pesar de sus afirmaciones sobre la efectividad de la Comisión Estatal de Búsqueda y del fondo para la atención de víctimas, la falta de resultados tangibles y la persistente violencia en la región contradicen sus palabras. Es evidente que la inseguridad en Veracruz continúa siendo un problema grave y urgente que requiere una atención más efectiva por parte de las autoridades estatales. Aunque García insista en destacar los supuestos logros de su administración en este ámbito, la falta de resultados concretos demuestra que sus esfuerzos están siendo rebasados por la realidad. La creación de comisiones y la asignación de recursos no son suficientes si no se traducen en acciones efectivas para combatir la violencia y proteger a los ciudadanos. La retórica vacía y las promesas incumplidas sólo sirven para exacerbar la desconfianza y la frustración de la población frente a la crisis de seguridad que enfrenta Veracruz. En última instancia, es imperativo que el gobernador García reconozca la gravedad del problema y tome medidas concretas y efectivas para abordarlo. Negar la realidad no hará más que prolongar el sufrimiento de los veracruzanos y profundizar la crisis de seguridad en el estado. Que nadie se sorprenda del inminente voto de castigo para su partido, Morena, el próximo 2 de junio.
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