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XALAPA.- Luego de ser cuestionado en torno al terrible accidente ocurrido en Playa del Carmen, Quintana Roo, en donde un elevador al interior del hospital del IMSS prensó a una niña de seis años, matándola, ni tardo ni perezoso, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez trató de curarse en salud y amarrarse el dedo al afirmar que, tras anunciar que se presentaría una denuncia "la empresa contactó a los administradores -del hospital infantil- y se hizo una inspección total". Es así que en la Torre Pediátrica del Hospital de Veracruz, la empresa que da mantenimiento acudió a realizar la supervisión luego de que se informara que se presentaría la denuncia en su contra. García Jiménez recordó que incluso dijo que, si se volvía a dar alguna falla en el sistema del elevador de la Torre Pediátrica, se iba a tener que actuar contra la empresa, ante lo que ésta garantizó su trabajo y faltaba supervisión. "Lo que hicimos fue llamarle la atención al director de ese entonces, y como volvió a reincidir tomamos otras acciones, entonces le dimos las gracias y tomamos otras acciones. Entre esas acciones fue poner cámaras en los controles del elevador, porque nos creció la suspicacia de que quizás alguien se atrevió a meterse ahí". Además, se le dieron las gracias al jefe de mantenimiento del hospital, pues debe ponerse atención y supervisar el funcionamiento de los elevadores en un nosocomio que atiende emergencias, refirió. El gobernador afirmó que a partir de la vigilancia a los controles, llamando la atención del director y de la empresa, se ha logrado corregir el tema del elevador de la Torre Pediátrica del Hospital de Veracruz y hasta ahora ha funcionado bien, "sin volver a presentar alguna falla", concluyó.
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