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Xalapa, Ver.-
Aunque el Gobierno mexicano quiere que los autos eléctricos representen la mitad de las ventas en el País para 2030, especialistas de la industria consideran que aun con la apertura de la gigafactory de Tesla, el mercado seguirá enfrentando limitaciones ya que los precios de estas unidades son muy altos para los mexicanos; además, la infraestructura de carga pública es reducida. Y es que mientras los vehículos eléctricos representaron sólo 0.5 por ciento de las ventas de automóviles en México el año pasado, según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, en Estados Unidos la proporción ascendió a 5.8 por ciento. El plan de Tesla de abrir una “Gigafactory” de cinco mil millones de dólares en México llevará al país a convertirse en un centro de producción de vehículos eléctricos (VE), pero estos autos siguen siendo demasiado costosos para la mayoría de los mexicanos y poco prácticos en gran parte del país por la escasez de estaciones de carga. México ha hecho de la reactivación de la producción de combustibles fósiles una prioridad bajo el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, y con frecuencia ha dado poca importancia a la inversión en fuentes de energía renovable. Pero también tiene grandes ambiciones de impulsar la compra de vehículos eléctricos mientras Tesla se suma en el estado fronterizo norteño de Nuevo León a General Motors, Ford, BMW y la unidad Audi de Volkswagen que también están produciendo VE en México, o planean hacerlo, además de al menos un fabricante local, Zacua, que no cotiza en bolsa. El canciller Marcelo Ebrard, uno de los principales contendientes para ser el próximo presidente de México, dijo que el gobierno quiere que los VE representen la mitad de los autos vendidos en el país para 2030. Funcionarios dijeron que ese objetivo incluye todos los vehículos cero emisiones, también híbridos y de hidrógeno. Aun así, será muy difícil llegar ahí. Los VE representaron sólo 0.5 por ciento de las ventas nacionales de automóviles el año pasado, según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), muy por debajo del porcentaje estadunidense de 5.8, según la firma de investigación Motor Intelligence. Sumando los híbridos, México alcanza el 4.7 por ciento. “Creo que todavía existen varios temas que deben de resolverse para que veamos la llegada masiva de automóviles eléctricos”, dijo Mario Hernández, socio líder del segmento de producción de KPMG en México. Hernández dijo que los inconvenientes incluían la falta de subsidios para compradores, los altos costos para instalar dispositivos de carga en los hogares y la escasez de estaciones de carga públicas, vitales para viajes más largos. A diferencia de otros países, México aún no ha acordado un plan para eliminar gradualmente los vehículos a gasolina, agregó.
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