Empleadores 'aprovecharon' pandemia para despedir a mujeres embarazadas. | ||||||
La pandemia abrió una puerta trasera para que algunos empleadores la utilizaran como excusa para despedir a mujeres embarazadas, pero la ley ha avanzado para ayudarlas en estas situaciones. | ||||||
Miércoles 09 de Marzo de 2022 | ||||||
Por: Excelsior | ||||||
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En el primer trimestre del 2021 el INEGI establecía que aún quedaban 2.1 millones de empleos por recuperar después de un año de pandemia y las mujeres cargaban con una cifra de ser siete de cada 10 desempleados. Las cifras solo eran la continuación de reportes ya vistos en 2020 como en la actualización de la Encuesta de Seguimiento de los Efectos del covid-19 en el Bienestar de los Hogares Mexicanos (ENcovid-19), realizada por el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) de la Universidad Iberoamericana, A.C donde se estableció que durante el embarazo la presencia de mujeres trabajadoras descendió hasta 43 por ciento “en sus posibilidades de reportar un pago positivo de horas trabajadas”. La pandemia además trajo un aumento de hasta el 25 por ciento en el trabajo del hogar, no remunerado, según una encuentra del Instituto Mexicano para la Competitividad, lo que significaba un mayor desgaste físico y mental para aquellas personas que estuvieron en casa y haciendo trabajo remoto. Pero la crisis sanitaria también fue “aprovechada” por algunos jefes quienes, para recortar gastos, despidieron personal enfocándose en el sector femenino. El embarazo, un punto de despido María Guadalupe Moreno Figueroa, encargada del despacho de la Junta Especial Número 20, especializada en asuntos de las personas que tiene una condición de vulnerabilidad o que se advierte podrían ser discriminados, detectó en su oficina que durante la pandemia un importante número de mujeres que fueron despedidas de las empresas para las que laboraban compartían un factor en común además del sexo: el embarazo. Las mujeres en esta condición fueron calificadas en los primeros meses de la pandemia con un mayor riesgo de contagio respecto a otros, y algunas empresas aprovecharon esto para prescindir de sus servicios. “Con la pandemia, muchas fuentes de trabajo cerraron y otros redujeron la plantilla. A quienes más se afectó fue a las mujeres”, expresó María Moreno que agregó que las mismas medidas de precaución para reducir la tasa de contagios fueron torcidas por algunos patrones. “Con las mismas reglas de que si estabas en periodo de maternidad o lactancia se consideraba vulnerable. Cuando se tuvo que liquidar o terminar la relación con los trabajadores se optó por terminar por las mujeres, porque teníamos mayor protección por la naturaleza propia de la maternidad”. “Lo que advertimos en las demandas es que no hay ningún argumento jurídico ni humano. Lo que más se alude en las demandas es que, como estás embarazada o tienes hijos ya no le convienes a la empresa. Esas son como las frases o lo más reincidentes en las demandas”. Cuando las mujeres deciden no dejarse intimidad y el tema llega a las juntas de conciliación, el argumento cambia y la defensa de las empresas es que incluso ellas renuncian estando embarazadas, lo cual en ocasiones solo evidencia que han firmado renuncias obligadas. Un caso similar fue llevado a la Suprema Corte de Justicia y se estableció que no existía coherencia entre renunciar y perder prestaciones de salud en un momento tan importante como el embarazo. “No deberíamos tener que decidir entre ser profesionistas y ser madres”, expresa la encargada del despacho de la Junta Especial Número 20. “Generalmente (las empresas) aluden una renuncia e, incluso muchas veces nos traen la renuncia. Sabemos que hay una continua y desafortunada práctica de la firma de documentos en blancos. El patrón tiene que mostrar con mayores elementos la voluntad de la mujer trabajadora, la mujer embarazada. No es creíble que cuando la mujer más necesidad tiene de tener seguridad social, el servicio médico para tener un parto en un hospital, en ese momento sea cuando la mujer renuncie”. Desde la junta especial han buscado reducir este tipo de actitudes con multas económicas de hasta 1275 UMAS (122,680.5 pesos), hasta cursos a directivos para concientizarlos de la situación. En la opinión de la encargada de la oficina estas medidas han tenido un impacto positivo porque ha reducido el número de casos que se presentan por mujeres que presentan una queja por despido injustificado durante su embarazo. Pero incluso con esto ella reconoce que el número de casos por el tema antes mencionado representa más de la mitad de los que atienden. “Del 100 por ciento de los casos que atendemos, estaríamos hablando de un 60 por ciento son por embarazo”. Ante esto, María Guadalupe Moreno aconseja que, en caso de estar en una situación de vulnerabilidad en el trabajo por embarazo se tomen tres caminos simultáneos. “Primero, presentar su denuncia laboral y ser clara que la situación ocurrió estando embarazada. Exhibir su certificado médico para nosotros tener elementos, o el certificado de nacimiento del hijo. Segundo, acudir a colocar una denuncia penal por la violación de los derechos humanos laborales. Por último, acudir al Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación y advertir de esta situación”, finalizó. |
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