Necesarias campañas de donación de órganos en México, algunos, incluso, se pueden hacer en vida sin afectar a donante
MEMORANDUM 1.-
Necesarias campañas de donación de órganos en México, casi 20 mil personas están en lista de espera de un órgano o tejido; sin embargo, algunos incluso se pueden donar en vida. La donación consiste, básicamente, en tomar órganos y tejidos sanos de una persona para ponerlos (trasplantarlos) en otras. Información de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, revela que una persona puede ayudar hasta a 50 pacientes con sus órganos. Sin embargo, en nuestro país, actualmente, la tasa de trasplantes está en 25 por cada millón de habitantes, una cifra muy baja. Por esa razón, es fundamental fomentar la cultura de la donación, para así ayudar a los pacientes que los requieren. La forma más conocida de donar órganos, es cuando una persona fallece. En ese sentido, es posible registrarte como donador voluntario en el Centro Nacional de Trasplantes y llevar tu tarjeta que lo acredite, siempre contigo. Pero esta no es la única forma como alguien puede donar un órgano. Es sabido que el riñón puede donarse en vida, mas no es el único. Conoce más sobre la donación de órganos en vida y lo que debes tomar en cuenta. Riñón. Es el órgano más comúnmente donado en vida. Al tener dos riñones, es posible vivir solo con un riñón funcional. La razón es que el órgano que queda aumenta su desempeño para compensar la ausencia del otro. Hígado. Una de las ventajas de la donación del hígado es que, a diferencia del riñón, este órgano se regenera. Por lo tanto, se dona una parte y, tanto en el donante como en el receptor, crecerá a un tamaño funcional. De esta forma, ambos pueden recuperar una función hepática completa después de la regeneración. Pulmón. Aunque es menos frecuente, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, señala que también se puede hacer esta donación en vida. Sin embargo, en este caso se necesitan dos o más personas, para que cada una done un segmento del pulmón y formar uno entero. Al ser complejo, este procedimiento se realiza en casos muy específicos y críticos, para salvar la vida de los pacientes cuando no hay donantes fallecidos. Finalmente, es posible donar parte del intestino y páncreas, así como médula ósea, que no es un órgano, sino un tejido. En el caso de las primeras dos, son menos comunes y, como ocurre con el pulmón, se realiza en casos muy específicos. La médula ósea es un tejido suave y graso que se encuentra dentro de los huesos. Su principal valor, son las células madre que contiene. La donación consiste en extraer una pequeña cantidad de estas células. Estas se trasplantan a personas que padecen cánceres potencialmente mortales, como leucemia, linfoma y mieloma. De esta forma, se reemplazan las células enfermas y ayudan a regenerar su médula ósea sana. Actualmente, la forma más común de donar médula ósea es a través de una muestra de sangre, muy similar a la donación de este líquido. La diferencia es que días antes el donante recibe unas inyecciones que estimulan a las células madre para pasar de la médula al torrente sanguíneo. Esto lo hace un método seguro y con una recuperación rápida, pues en dos o tres días el cuerpo repone las células extraídas. Aunque es muy común que esta donación se realice entre familiares, por la mayor probabilidad de compatibilidad, también es posible recibirla de un extraño. Por esa razón, puedes registrarte como donador de médula, para cuando alguien compatible la requiera. Peligra la vida al donar órganos...En general, si eres una persona sana y realizas la donación de órganos en vida con estudios previos y bajo supervisión médica adecuada, no es peligroso. Claro, como cualquier cirugía, tiene riesgos, pero eso no es exclusivo de la donación. Antes de la cirugía, los candidatos pasan por una evaluación médica rigurosa, que incluye la parte psicológica y el funcionamiento de otros órganos, así se reduce el riesgo de que la donación ponga en peligro tu salud presente o futura. Si hablamos del hígado, aunque el procedimiento de donación hepática es más complejo que la renal, bajo supervisión médica especializada los donantes pueden recuperar casi toda la función hepática en pocos meses. Por lo tanto, aunque durante las primeras semanas puedes sentir cansancio, debilidad, falta de apetito y cambios digestivos, más del 95 por ciento de los donantes de hígado retoman una vida completamente normal sin secuelas graves a largo plazo. Finalmente, en el caso del pulmón, en México no es un procedimiento tan común, pero si se realiza por médicos especializados el riesgo de complicaciones es muy bajo y los donantes pueden tener una recuperación completa en 2 a 3 meses. En general, las personas recuperan su respiración normal para actividades cotidianas, aunque podrían sentir una ligera falta de aire tras ejercicios extenuantes. En cualquier caso, deberás llevar chequeos regulares para vigilar la función del órgano directamente relacionado con la donación y otros. Asimismo, será necesario adoptar hábitos saludables de forma permanente.