La mañana del domingo, cuando se anuncia la llegada de la presidenta a Veracruz, lo manchan de sangre y balas. Asesinan en Zongolica a Juan Carlos Mezhua, político y cafetalero empresario, una gente querida. No lo conocí pero todos están hablando bien de él, no como se acostumbra siempre hablar bien de los muertos. Las balas del odio y rencor, como dijera la viuda de Colosio no terminan de irse en Veracruz. Cuando no es un día es otro. Y no terminan de irse en México, cuando no es un político que elevó el sombrero al nivel de las quejas, es un hombre sano como Juan Carlos. Cafetalero y propietario de la marca de café Tatiaxca. Ex alcalde de Zongolica, agricultor y montaba a caballo como buen jinete.
Milenio: “A través de sus propias redes sociales, se realizó una publicación dando a conocer el homicidio, así como reclamos a la mandataria estatal, Rocío Nahle, y a la presidenta Claudia Sheinbaum por los resultados en materia de seguridad. “Con profunda tristeza informamos que han asesinado a nuestro líder Juan Carlos Mezhua. Repudiamos las acciones sin resultados de la gobernadora y la presidenta de la República. Aquí los resultados de su estrategia de paz, cuando la única paz es para los delincuentes” (sic)”, señala el mensaje.
El político solía también usar el Sombrero, a ver si no se convierte en otra revuelta nacional, que comience en Veracruz, porque el estado anda muy inseguro.
No pregunten por quién doblan las campanas, doblan por él, por mí, por nosotros, por todo México.
Descanse en paz este buen hombre y político. |
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